2 Timoteo 1:7

¿Busca usted un modelo de cómo sobrellevar la crítica? Le convendría darle una mirada al libro de Nehemías. En varias ocasiones, este estadista de gran corazón fue criticado de manera pública, acusado falsamente e incomprendido de forma brutal. En cada ocasión mantuvo la cabeza. . . rodó con los golpes. . . consideró quién lo provocaba. . . se rehusó a desanimar. . . fue ante Dios en oración. . . siguió construyendo la muralla (Nehemías 2:19-20; 4:1-5).

Uno de los resultados colaterales de ser un líder es el recibir críticas (no toda constructiva, dicho sea de paso). Ante esa clase de presión, hay una fuerte tentación para «dejarse hundir», «tirar la toalla», «abandonar el barco». Muchos liderazgos se han extinguido a causa de la crítica intensa. Creo firmemente que el líder que hace cualquier cosa que es diferente, o que vale la pena, o que es visionario puede contar con ser criticado.

Siguiendo por esta línea de pensamiento, aprecio los comentarios hechos por un presidente pasional de la generación pasada, Theodore Roosevelt:

No es el que critica que vale; ni el hombre que señala cómo ha caído un hombre fuerte o en qué lugar un hacedor de obras pudo haber hecho las cosas mejores. El crédito le pertenece al hombre que en realidad está en la arena; cuyo semblante está marcado por polvo y sudor y sangre; quien lucha valerosamente; quien se equivoca, y queda corto vez tras vez, porque no hay esfuerzo sin error o limitación; quien realmente intenta hacer la obra; quien conoce el gran entusiasmo, la gran devoción y el desgaste de sí mismo en una causa de valor; quien, a lo menos, si falla, por lo menos falla mientras intenta con gran valor.

Es mucho mejor atreverse a grandes cosas, a ganar triunfos gloriosos aun cuando estén marcados de fallas, en lugar de quedarse en las filas de los espíritus pobres que ni disfrutan ni sufren porque viven en la penumbra que no conoce ni victoria ni fracaso.

A estas palabras añado un rotundo amén.

Un sentido de humor es de importancia primordial para el líder. ¡Muchos de los siervos de Dios son demasiados serios! Hay a lo menos dos pruebas que enfrentamos que determinan la amplitud de nuestro sentido de humor:

  • la habilidad de reírnos de nosotros mismos
  • la habilidad de soportar la crítica

Créame, ¡ningún líder puede seguir adelante con efectividad si él o ella falla estas pruebas! De igual importancia, por supuesto, es la habilidad para cernir de cualquier crítica aquello que es verdadero, aquello que es un hecho. Somos necios si respondemos con enojo a cada crítica. Quién sabe, Dios puede estar usando esas palabras para enseñarnos algunas lecciones esenciales, aun cuando sean dolorosas.

¿No es esto lo que dice Proverbios 27:5-6?

¡Una reprensión franca
es mejor que amar en secreto!
Las heridas de un amigo sincero
son mejores que muchos besos de un enemigo.

Y permítame llamar su atención a la palabra amigo en estos versículos. La amistad no peligra, sino que se fortalece a través de la crítica honesta. Pero —cuando usted es criticado por alguien que a penas lo conoce, filtre de ello lo que es un hecho. . . ¡e ignore el resto!

Es lo que hizo Nehemías. . . y logró construir la muralla.

Tomado de Come Before Winter and Share My Hope, Copyright © 1985, 1988, 1994 por Charles R. Swindoll, Inc. Todos los derechos reservados mundialmente. Usado con permiso.