La innovación, Segunda parte

2 Corintios 5:17

Ayer, hablamos de personas innovadoras, y mencioné que existen bastante más personas innovadoras de lo que cualquiera de nosotros puede imaginar. ¿Podría usted ser uno de ellos?

Hagamos una pequeña prueba para descubrirlo. Tengo una deuda de gratitud a un autor norteamericano por esta lista de veinticinco características que generalmente se encuentran en personas creativas e innovadoras. No se preocupe. No es necesario tener todas las veinticinco. . . pero si tiene la mayoría de ellas, usted puede estar más cerca, de lo que piensa.

Empuje—un alto grado de motivación
Valentía—tenacidad y persistencia
Metas—un sentido de dirección
Conocimiento—una sed por ello
Buena salud
Honestidad—especialmente en lo intelectual
Optimismo
Juicio
Entusiasmo
Atrevimiento—dispuesto a arriesgar a fallar
Dinamismo—energía
Emprendimiento—dispuesto a lidiar con trabajos difíciles
Persuasión—la habilidad de vender
Extraversión—amigable
Paciente si bien impaciente—paciente con otros, pero impaciente con el statu quo
Adaptabilidad—capaz de cambiar
Perfeccionismo—búsqueda de la excelencia
Humor—habilidad de reírse de sí mismo y de otros
Versatilidad—intereses y habilidades variados
Curiosidad—interesado en personas y cosas
Individualismo—auto estima y auto suficiencia
Realismo/idealismo—ocupado con la realidad, pero guiado por ideales
Imaginación—buscando nuevas ideas, combinaciones y relaciones
Comunicación—elocuente
Receptivo—alerto

Bueno, es suficiente. ¡Le dije que pensar de manera creativa era trabajo difícil! Pero hay algo que es aún más difícil. . .  y eso es cambiar. Es reconocer una necesidad, ser lo suficientemente honesto y humilde como para enfrentar los hechos, y tener la confianza para considerar ideas, métodos y aparatos nuevos, como para poder superar la situación. Tragar nuestro orgullo no debiera ser tan difícil, siendo que eso es lo que comemos todo el día.

Adelante, inténtelo. Tome una de esas múltiples cosas que le están haciendo hundirse y busque una manera creativa de resolver el problema. Y no deje de intentarlo hasta que haya terminado. . . y esa sonrisa de alivio haya regresado a su cara.

¡Sé que lo puede lograr! Lo hizo antes y le funcionó. Y ese problema era tan grande que usted casi no pudo seguir adelante. Entonces ocurrió el cambio. . . la decisión más importante que usted haya tomado sobre la combinación más innovadora que jamás haya sido imaginada. Un hombre. Una cruz. Sangre. Y fe.

Dios lo define así: «La creación de algo nuevo».