Eclesiastés 4:9-12
El mundo en el que vive una persona sola es demasiado limitado y restringido. Al tener contacto con otra persona, ganamos una perspectiva panorámica que nos permite ver la escena completa. «Así como el rostro se refleja en el agua, el corazón refleja a la persona tal como es» (Proverbios 27:19). ¡Eso es tan pintoresco! Las personas proveen un claro reflejo de lo que hay en el corazón. Un espejo solo llega hasta el nivel de la piel. El consejo de un amigo refleja lo que hay por dentro.
Estoy hablando de personas que le aman demasiado como para dejarle jugar en tráfico peligroso. Ellos también le aman demasiado como para dejarle subir los humos a la cabeza. Cuando detectan que el orgullo se comienza a manifestar, lo dicen. Pero también le aman demasiado como para dejarle ser demasiado exigente consigo mismo. Al igual que Jonatán con David, ellos son mensajeros de gran ánimo.
«Camina con sabios y te harás sabio; júntate con necios y te meterás en dificultades» (Proverbios 13:20). Esa frase no es un versículo escrito para adolescentes en la escuela secundaria, aunque ciertamente sería aplicable. Puedo recordar claramente mis años en la secundaria, ¿y usted? Muchos de nosotros nos juntamos con personas que eran más rudos que nosotros, para así cubrir nuestros propios sentimientos de insuficiencia. Mi madre siempre me decía: «Charles, cada vez que andas con el grupo equivocado haces lo malo. Cuando estás con el grupo correcto, haces lo bueno». Su consejo sigue siendo cierto. Si anduviera con el grupo equivocado sería tentado a hacer lo malo.
Esto no se acaba cuando cumplimos los veinte años. Continúa en nuestros años adultos también. Si usted elije un grupo equivocado de compañeros del trabajo practicará cosas equivocadas en su negocio. Si elije un grupo equivocado de amistades practicará cosas equivocadas en su vida social. Si decide andar con personas que consumen drogas terminará haciendo lo mismo. Pero, por otra parte, los que andan con los sabios aprenden de ellos. Usted necesita a alguien que le diga: «No sé cuán conveniente sea eso. Me alegra que me lo hayas preguntado. Vamos a conversarlo». Esa persona le ayudará al señalar las trampas en las que usted podría caer si sigue por ese rumbo.
Otros ojos, más perceptivos y más objetivos que los nuestros, pueden ver las trampas que no logramos detectar.
Tomado de Come Before Winter and Share My Hope, Copyright © 1985, 1988, 1994 por Charles R. Swindoll, Inc. Todos los derechos reservados mundialmente. Usado con permiso.