Salmo 88:2
Llegue mi oración a tu presencia;
Inclina tu oído a mi clamor.
Salmo 88:2
Podemos mantener nuestras mentes libres de ansiedad cuando en oración le dejamos al Señor la carga de nuestras preocupaciones. Al librarnos de las cosas que nos doblegan, abrimos espacio para que la alegría tome su lugar.
Piense de esto así: ocurren circunstancias que fácilmente podrían destrozarnos pueden originarse en el trabajo, o en casa, o incluso durante un fin de semana cuando uno está descansando. Inesperadamente, vienen. De inmediato uno tiene que tomar una decisión . . . decidir una actitud. Podemos entregarle a Dios las circunstancias y pedirle que tome el control, o podemos arremangarnos nuestras mangas mentales y acometer a la empresa. La alegría espera nuestra decisión.
Adaptado del libro, Sabiduría Para el Camino: Palabras Sabias para Personas Ocupadas (Grupo Nelson 2008). Copyright © 2008 por Charles R. Swindoll, Inc. Reservados mundialmente todos los derechos.