Job 2: 11—13

Puesto que nuestra vida está llena de problemas, necesitamos recordar que siempre habrá más. Job lo reconoce: «el hombre nace para el sufrimiento, así como las chispas vuelan hacia arriba» (Job 5:7). Y tiene toda la razón. Los problemas son inevitables y por eso usted no debe sorprenderse. Esté consciente de que nuestro adversario, Satanás, anda suelto.

Por vivir en un mundo caído, tenemos que entender que quienes nos aman es posible que nos den consejos equivocados. En los muchos años que he vivido, he recibido, en varias ocasiones, consejos errados de personas que me aman realmente. Eran sinceras, pero estaban equivocadas. No es que quisieran actuar mal, pero lo hicieron.

Ya que Dios es soberano, debemos estar preparados tanto para la bendición como para la adversidad. Por ser Dios, Él es impredecible. ¿Quiere que le dé un Consejo? No se desilusione. Debemos estar preparados para la bendición y también para la adversidad, porque Dios es soberano.

Nuestro Dios no tiene la obligación de dar explicaciones de lo que hace. Él no tiene que entrar en la habitación de un hospital, y decir: «Déjame darte 5 razones por lo que le sucedió esto a tu hijo». Entiéndame bien: Dios está lleno de compasión, pero Su divino plan a largo plazo está más allá de nuestra humana comprensión a corto plazo.

Por eso, digamos con Job: «Oh, Señor, confío en ti. No sé por qué me está sucediendo esto. Si es algo que debo aprender, excelente. Si es algo que otra persona debe aprender, maravilloso. Solo te pido que estés conmigo hasta el final. Mantenme cerca de ti. Sostenme. Ensánchame. Transfórmame».

«Es más fácil rebajar nuestro concepto de Dios, qué elevar nuestra fe a tal altura» escribe un agudo autor, y luego añade: «Observaremos la lucha a medida que la fe de Job es puesta a prueba de todas las formas con toda tentación, para ver que la causa de su desgracia es algo que no se puede comparar con Dios». El Señor tiene el control de manera total, completa y absoluta. Acepte, por favor, y sométase a esta enseñanza. ¡Qué magnífico es encontrar a personas que confíen en Él hasta el final en este valle de lágrimas, y que digan: «Alabado sea su nombre. No soy capaz de entenderlo. No sé cómo explicarlo. Sin embargo, alabado sea su nombre»! Eso es adoración a su más alto nivel.

Que el Señor le permita elevar su fe a esas alturas, en vez de rebajar su concepto de Él.

Adaptado del libro, Buenos Días con Buenos Amigos (El Paso: Editorial Mundo Hispano, 2007). Con permiso de la Editorial Mundo Hispano (www.editorialmh.org). Copyright © 2019 por Charles R. Swindoll, Inc. Reservados mundialmente todos los derechos.