Mateo 6:34

Así que, no os afanéis por el día de mañana,
porque el día de mañana traerá su afán.
Basta a cada día su propio mal.

Mateo 6:34

Esa es una pregunta valiosa: ¿Qué hacemos cuando el afán llega llamando a la puerta de nuestra mente? Primero, debemos fijar nuestra mente en Cristo. «Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas [eso que le preocupa] os serán añadidas» (Mateo 6:33). Cuando la tentación a preocuparse llega, ese es el momento crítico. La tendencia es darle lugar; permitirle que suba al porche frontal y que tome asiento allí. Pero antes de que uno lo sepa, ¡el afán se ha deslizado a escondidas por la ventana y se ha instalado en casa! No; hay que detener la preocupación. Tenemos que decidir qué vamos a entregarle a Dios esta preocupación allí mismo y rehusar darle lugar, incluso en el porche de nuestro pensamiento.

Adaptado del libro, Sabiduría Para el Camino: Palabras Sabias para Personas Ocupadas (Grupo Nelson 2008). Copyright © 2008 por Charles R. Swindoll, Inc. Reservados mundialmente todos los derechos.