Una fuerza aplastante

Daniel 2:40

¿Qué sucede cuando la fuerza se vuelve tiranía?

Daniel continúa la interpretación: «Habrá un cuarto reino, fuerte como el hierro; así como el hierro tritura y desmenuza todo…» (Daniel 2:40, NBLA). Se trata del imperio romano, una potencia militar sin rival. Como tanques antiguos, sus legiones aplastaron culturas, tomaron ciudades y establecieron orden mediante el poder bruto.

Roma creció con conquista, no con alianzas. Su fuerza era su identidad. Pero, como el hierro que golpea sin moldear, su autoridad producía obediencia, no lealtad. Donde llegaba, imponía orden, pero no sanidad.

El hierro sigue vigente hoy: sistemas que premian la imposición, empresas donde reina la presión, relaciones donde la fuerza silencia la verdad. Pero el Reino de Dios no se parece al hierro: no aplasta, transforma. No domina con miedo, sino con verdad y amor.

Quizá hoy te tienta controlar por medio de la fuerza. Recuerda: lo que el hierro logra con rapidez, el Reino lo logra con profundidad. Jesús no conquistó Roma con espadas, sino con la cruz.

El hierro impone por fuera; Cristo transforma desde adentro. Elige la fuerza del Reino, no la violencia del poder.01