Las oportunidades de Dios encuentran a las personas que, en lo oculto, cultivan carácter, obediencia y pericia. Humíllense delante del Señor, y Él los exaltará a su debido tiempo (Stg 4:10; 1 P 5:6). Daniel no se vendió para ascender; sirvió para honrar. Cuando la puerta se abrió, ya estaba listo: su mente afilada, su espíritu firme, su lealtad clara.
Vida Cristiana
Excelencia que glorifica
Dios sigue buscando siervos excelentes: personas que no escondan sus talentos ni los usen para sí mismos. Que estudien, trabajen, sirvan y lideren con pasión… como acto de adoración.
Convicciones en tierra ajena
Muchos hoy viven bajo presión cultural: normalizar lo inmoral, callar la fe, diluir convicciones. Pero como Daniel, necesitamos corazones decididos. No se trata de ser rebeldes, sino fieles. No se trata de imponer, sino de vivir con integridad.
Una voz entre colosos
No necesitas tener todas las respuestas. Solo necesitas conectarte con el Dios que revela misterios, y hablar Su verdad con valentía y compasión. No para condenar, sino para invitar. No para señalar, sino para anunciar: El Reino viene… y ya está entre nosotros.
¿Y si tú eres la estatua?
La santidad no es apariencia; es coherencia entre lo que dices y lo que vives cuando nadie te aplaude. El Reino de Dios no se edifica sobre doblez, sino sobre verdad. No se sostiene con mezcla, sino con pureza. Hoy, Dios no quiere destruir lo que has construido, sino reemplazar lo falso con lo eterno.
Sueños dorados… que terminan en polvo
Hoy, rinde al Señor tus planes más preciados. Pregunta: ¿qué parte de mis metas está motivada por el ego y cuál por la obediencia? Pide al Espíritu que reordene amores, prioridades y ritmos. Invertir tu vida en lo eterno es la decisión más lúcida que puedes tomar.
Cuando el barro traiciona al hierro
La fragilidad del sistema es una advertencia para cada uno de nosotros. ¿Qué partes de tu vida se sostienen por fuera, pero están mezcladas con barro por dentro? ¿Dónde aparentas fuerza, pero ocultas debilidades espirituales? El barro no se adhiere al hierro. Tarde o temprano, lo mezclado se rompe.
Reino para siempre
El Reino de Dios es una montaña que crece, que no será destruida, ni dividida, ni reemplazada. Es el único destino digno de nuestra fe, nuestras fuerzas y nuestros sueños. Ríndete hoy… y comienza a edificar para siempre.
Oración desde los escombros
Esta es una oración que todos debemos hacer: honesta, quebrantada y esperanzada. Nos recuerda que la misericordia de Dios no destruye por gusto, sino que redirige, transforma y reconstruye sobre fundamentos nuevos.
La estatua que me representa
Cada vez que buscamos seguridad en lo que construimos sin Dios, estamos erigiendo nuestra propia estatua. Nos sentamos en tronos caseros, con ilusiones de poder, tratando de encontrar satisfacción en estructuras que no fueron hechas para durar.

