El Salmo 101 presenta cuatro cualidades que un creyente debe tener para poder discernir su propósito divino. La confusión abunda cuando no existen estas cuatro virtudes para aclarar la visión de un individuo.
Vida Cristiana
Honor e integridad
La convicción es lo que hace que la creencia tenga respaldo. David no se sentía satisfecho con un conjunto de verdades teológicas girando en su cabeza; David las había convertido en convicciones concretas
Una vida de propósito
Algunas personas parecen vagar sin rumbo durante sus vidas, caminando sin ninguna dirección. Si una persona no tiene objetivos definidos claramente, no es de sorprender que adopte un estilo de vida sin definición ni propósito.
El carácter de Dios
Dios nos ama y nos acepta como somos, sabiendo que no tenemos forma de pagar esa deuda debido a su bondad extraordinaria. Su amor incomparable y Su aceptación se encuentran detrás de cada mandato.
Cultive una relación con Dios
El Salmo 100 es un precepto extendido para adorar al Señor con instrucciones específicas. Los primeros tres mandatos que aparecen en los versículos 1 y 2 están relacionados directamente con la idea de cultivar una actitud de gozo.
Elija el gozo
El Salmo 100 no pierde el tiempo con acciones preliminares. En vez de tratar de convencer al lector a que alabe a Dios por su bondad y por sus muchas bendiciones, el compositor presenta seis acciones imperativas, comenzando con el primer versículo.
Una canción de quietud
El Salmo 63 es una canción de David sobre lo que significa tener un anhelo desesperado por Dios y lo que significa que Dios sea el único que nos satisfaga.
La liberación de Dios
El versículo final del Salmo 54 describe un cambio repentino. Los primeros versículos describen una situación caótica, que hacen que David pida la ayuda de Dios. Cuando llegamos el versículo 7, su desesperación se ha convertido en un triunfo.
Descanse en la fidelidad de Dios
David ha mencionado sus enemigos, ha reconocido sus pecados y ha cedido su derecho a hacer justicia por sí mismo, entregándolas en mano de Dios. Como resultado, David encuentra la paz.
Una reacción de temor
El salmista muy probablemente era un sacerdote. Un hombre letrado. Él conocía muy bien la historia de Israel y sabía que el pueblo no siempre había seguido un sendero llano. Enfrentaba continuamente peligros de ejércitos extranjeros, así como peligros internos. Consecuentemente, el salmista busca ayuda en su Dios Todopoderoso.