Salmo 32:8
Te haré entender, y te enseñaré
el camino en que debes andar;
Sobre ti fijaré mis ojos.
Salmo 32:8
Cuando llegamos a los dilemas en la vida y no podemos descifrar la dirección correcta para seguir, si esperamos mantener nuestra alegría en el proceso debemos permitir que el Señor sea nuestro guía, nuestra fortaleza, nuestra sabiduría: ¡nuestro todo! Es fácil leer esas palabras, pero tan difícil ponerlas en práctica. Cuando lo hacemos, sin embargo, es nada menos que asombroso con cuánta paz y felicidad podemos permanecer. La presión está en los hombros de Él, la responsabilidad está en Él, la pelota está en su cancha, y una alegría inexplicable nos envuelve . . .
Con certeza, tal método desusado de tratar con los dilemas es raro –no hay muchos dispuestos a entregarle a Dios las riendas– y exige humildad, otro rasgo raro entre personas capaces. ¡Pero resulta! El Señor es experto para tomar nuestros conflictos y revelar la mejor solución posible para nosotros.
Adaptado del libro, Sabiduría Para el Camino: Palabras Sabias para Personas Ocupadas (Grupo Nelson 2008). Copyright © 2008 por Charles R. Swindoll, Inc. Reservados mundialmente todos los derechos.