2 Corintios 7:10
Porque la tristeza que es según Dios
produce arrepentimiento para salvación,
de que no hay que arrepentirse.
2 Corintios 7:10
¿Puede usted mencionar personas hoy que parecen escuchar con cuidado a Dios: personas cuyos corazones son sensibles en forma especial al Espíritu Santo? Casi puedo garantizarle que son hombres y mujeres que saben lo que es estar quebrantados y lastimados. Tienen las cicatrices para demostrarlo.
Tal vez al leer estas palabras usted lleva las marcas de una semana carnal, día tras día en los cuales usted ha hecho lo que se le antoja y ha entristecido al Espíritu de Dios. Ahora llega a estas páginas con desesperación para cambiar de corazón; para aprender de Dios y renovar su comunión con Él. ¿Se da cuenta de lo que ha sucedido? Su fracaso le ha dado un espíritu sensible, enseñable. Ha roto la barrera del orgullo en su vida. Es lo que Pablo llamó una «tristeza según Dios» (2 Corintios 7:10).
Adaptado del libro, Sabiduría Para el Camino: Palabras Sabias para Personas Ocupadas (Grupo Nelson 2008). Copyright © 2008 por Charles R. Swindoll, Inc. Reservados mundialmente todos los derechos.