Hechos 11: 25; 2 Corintios 12: 2—6

Si usted se traslada catorce años atrás, desde el momento en que Pablo escribió la segunda carta a los creyentes de Corinto, eso lo coloca a él en el tiempo que se mantuvo esperando en Tarso. Es muy posible que, durante uno de los numerosos azotes que recibió en Tarso, o en una agónica batalla por sobrevivir a un apedreamiento, haya caído en un estado de semi inconsciencia, algo parecido a un trance. Posiblemente, mientras estuvo en ese estado mental, el Señor lo transportó al Paraíso donde le reveló verdades indecibles, profundas.

Lo que quiero decir es que, a pesar de todo eso, Pablo se negó a vanagloriarse de su don. Por el contrario, confesó: «De buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para qué habite en mí el poder de Cristo . . . porque cuando soy débil, entonces soy fuerte» (2 Corintios: 12: 9, 10). Esa es verdadera humildad. Una perspectiva increíble. Él aprendió a gloriarse solo en sus debilidades. Y, recuerde, esto lo aprendió estando en las sombras. Pero nadie lo sabía. Su transformación nunca fue noticia de primera plana.

El tiempo de espera que Dios haya destinado para usted no tendrá esa importancia en las mentes de otras personas. Lo único que sabrán es que usted desapareció. Ya no está en el escenario. Puede comenzar con una quiebra. O con una experiencia horrible que esté atravesando, tal como un accidente trágico o una enfermedad terrible. Es posible que usted esté soportando el dolor de una reputación hecha pedazos por alguien que no dijo la verdad. Toda esa devastación tiene la capacidad de demolerle. El Señor usa las frustraciones para llevarnos a nuestro propio Tarso, conocido también como su cuarto de espera. Allí, Él comienza a trabajar en lo más profundo de nuestra alma hasta que, al igual que Saulo, logramos tener una nueva perspectiva que nos permite luego confesar: «Cuando soy débil, Él es fuerte». Cuando eso suceda, como ocurrió con Saulo, usted estará preparado para salir de las sombras.

Saulo estaba ya listo; y, como era de esperarse, Dios se movió.

Adaptado del libro, Buenos Días con Buenos Amigos (El Paso: Editorial Mundo Hispano, 2007). Con permiso de la Editorial Mundo Hispano (www.editorialmh.org). Copyright © 2019 por Charles R. Swindoll, Inc. Reservados mundialmente todos los derechos.