Proverbios 20:1; 23:29-35

EI problema de la adicción va más allá del abuso del alcohol o las drogas. Las adicciones pueden desarrollarse prácticamente con cualquier sustancia o comportamiento compulsivo. Con frecuencia, las personas comienzan ciertos comportamientos porque encuentran un alivio temporal para el dolor emocional. Por ejemplo, una mujer puede aliviar sus problemas o su depresión yendo de compras. La emoción de hacer un trato y el deleite de tener cosas nuevas la hace sentirse mejor. . . por un tiempo.

Los estudios han demostrado que los comportamientos compulsivos causan la liberación de químicos que inundan el cerebro con emociones placenteras.

El efecto es similar al de una sustancia adictiva pero menos intenso. No obstante, la experiencia causada por esas hormonas y enzimas puede convertirse en una actitud adictiva y con recaídas bastante severas.

Por eso las compras de cada mujer la pueden hacer sentirse mejor por un tiempo, hasta que, por supuesto, lleguen las cuentas.

Ahí es donde las consecuencias empiezan a causar más estrés y depresión. Una persona llena de culpa, vergüenza, tensión y depresión genera entonces un deseo por comportamiento compulsivo o esas sustancias adictivas —incluyendo la comida— y el ciclo continúa. Podemos decir que una sustancia o un comportamiento es adictivo cuando al menos tres de las siguientes siete señales aparecen:

  1.  La persona desarrolla una tolerancia a la sustancia o a la actividad de tal forma que necesita cantidades mayores para lograr el efecto deseado.
  2.  La persona sufre recaídas.
  3.  La persona utiliza la sustancia 0 el comportamiento en un mayor grado o por un mayor periodo de tiempo que el que pensaba ocupar.
  4.  La persona experimenta un deseo persistente por esa sustancia o actividad y siente que no puede dejar de hacerlo.
  5.  La persona dedica mucho tiempo buscando, usando y recuperándose de alguna sustancia o actividad.
  6.  La persona sacrifica actividades sociales, ocupacionales, personales o recreacionales importantes, si de esa forma puede utilizar la sustancia o involucrarse en una actividad compulsiva.
  7.  El comportamiento adictivo compulsivo continúa a pesar de experimentar consecuencias negativas repetidas o permanentes.

Si tres o más de estas señales son evidentes en la vida de una persona, ella puede experimentar un tipo de transformación mental. Las percepciones cambian, las defensas suben. La hipocresía toma el control. Nota la ilustración de Salomón:

Tus ojos mirarán cosas extrañas y tu corazón hablará perversidades. Serás como el que yace en medio del mar o como el que yace en la punta de un mástil (Proverbos 23:35).

Tales consecuencias negativas no producen un mayor impacto en la decisión del adicto acerca de si debe o no continuar con ese comportamiento compulsivo. Tan pronto como el adicto Pasa algunos obstáculos —la última resaca, el último roce con la ley, la última relación desbaratada o el último trabajo perdido— empieza a planear la próxima oportunidad para caer en el deseo de la adicción.

Reflexión: Revise las siete señales de adicción. ¿Qué sugieren estas señales respecto de su comportamiento? ¿A quién busca cuando necesita consuelo? Aquellas personas que respeta, ¿están de acuerdo con ese refugio emocional?

Adaptado del libro, Viviendo los Proverbios  (Editorial Mundo Hispano, 2014). Con permiso de la Editorial Mundo Hispano (www.editorialmundohispano.org). Copyright © 2018 por Charles R. Swindoll, Inc. Reservados mundialmente todos los derechos.