Efesios 5:21-6:4

Si usted está involucrado en actividades eclesiásticas o religiosas hasta el punto de que su hogar está afectado, usted está demasiado involucrado —y le esperan problemas. Analice lo que usted está haciendo, a la luz de la eternidad. Lo que más le interesa a Dios es la calidad, no cantidad, de nuestro fruto espiritual. Él mira lo que hay detrás de nuestro apuro y aceleramiento. . . a nuestro motivo, nuestro propósito interno.

¿Qué si Él examinara hoy su vida de hogar? Amigo, ¿qué descubriría acerca de la relación suya con su esposa? ¿La está amando «tal como Cristo amó a la iglesia»? ¿Le está demostrando honor y edificando su carácter? Esposas—¿cómo sigue progresando la hermosura interior de «un espíritu tierno y sereno»? ¿Sabe el hombre de su casa que usted realmente lo apoya con todo? ¿Siente él que la lealtad suya es indivisible?

¿Y me atreveré a hablarle a los hijos? ¿Está promoviendo la harmonía y la felicidad. . . o ha creado un ambiente de mucha presión? Si es uno de los más pequeños en casa, ¿está demostrando respeto. . . está dándoles a sus padres la seguridad de que es sumiso y dispuesto? Esta noche, como familia, revisen Efesios 6:1-4. Conversen juntos sobre esto.

Un último recordatorio. Pocas veces puede la iglesia resucitar lo que el hogar ha matado. La mejor prueba de lo genuino que es su cristianismo ocurre dentro del marco de su hogar. Si tiene que estar sobre involucrado, sea sobre involucrado en su rol como edificador de carácter en su hogar. Créame —la iglesia se mantendrá saludable y fuerte siempre y cuando los hogares sean saludables y fuertes. El sistema de prioridad de Dios parece comenzar al nivel del suelo —en casa. Cultive ese terreno con cuidado.

Tomado de Come Before Winter and Share My Hope, Copyright © 1985, 1988, 1994 por Charles R. Swindoll, Inc. Todos los derechos reservados mundialmente. Usado con permiso.