Hechos 9: 10—21

Las sorpresas son siempre parte de cómo Dios actúa. En el caso de Saulo, la sorpresa vino en forma de una luz del cielo, haciendo en él una transformación qué cambió su vida. Para Ananías, fue una orden del Señor aparentemente irrazonable ilógica.

Si usted está esperando que el Señor se lo comuniqué todo antes, nunca dará el primer paso para obedecer su voluntad. Usted tiene que estar preparado para confiar en el plan de Dios, sabiendo que ese plan estará lleno de sorpresas. Las sorpresas son siempre parte de cómo Dios actúa.

La sorpresa siempre aumenta nuestra necesidad de tener más fe. Si usted encuentra elementos sorpresivos en la voluntad de Dios, debe ejercitar su fe al máximo. De lo contrario, dar a bandazos en la dirección equivocada. A veces, el plan de Dios le asustará, o se verá intimidado por sus demandas. Otras veces se sentirá decepcionado. Por ejemplo, cuando Dios le dice que no, que espere, o que no haga nada, usted querrá discutir. Decidirá luchar. Intentará negociar. Se enojará. Pero cuando su fe se ponga en acción, ninguno de estos impulsos le controlará. La fe dice: «Puedo hacer esto. Confío en ti, Señor. No lo entiendo todo, pero confío en ti plenamente. Vamos a hacerlo».

Es muy posible que Dios le tenga reservado un cambio importante en un futuro cercano. Después de haber vivido más de 80 años en esta tierra, y de haber pasado 50 de esos años estudiando y aprendiendo más de las cosas de Dios, puedo decirle que su voluntad para nuestras vidas está llena de sorpresas. Él tiene más cambios en mente para nosotros que lo que podemos imaginar, y no todos son geográficos.

Muchos son ajustes en cuanto a actitud. Algunos consisten en sacarnos de nuestra agradable rutina para que toquemos las vidas de personas que nunca habíamos conocido antes. O puede tratarse de un viaje a otra parte del país, o de un Ministerio transcultural que requiere un grado de fe que no habíamos ejercido en el pasado. Tenga cuidado de no apegarse mucho a dónde se encuentra ahora, ya sea física, emocional, espiritual o geográficamente. Si el Señor quiere que usted experimente un cambio, le aconsejo seriamente que lo acepte, no importan los riesgos. Sí él le guía a tener un cambio, cambie, aunque sea difícil. Las sorpresas que Dios nos da siempre aumenta nuestra necesidad de tener más fe.

Adaptado del libro, Buenos Días con Buenos Amigos (El Paso: Editorial Mundo Hispano, 2007). Con permiso de la Editorial Mundo Hispano (www.editorialmh.org). Copyright © 2019 por Charles R. Swindoll, Inc. Reservados mundialmente todos los derechos.