Proverbios 29:23

La soberbia del hombre le abate;
Pero al humilde de espíritu sustenta la honra.

Proverbios 29:23

La humildad no es un espectáculo que presentamos; es más, si pensamos que somos humildes, probablemente no lo somos. Y en nuestros días de autopromoción, afirmación propia, de poner los reflectores sobre «las celebridades de la fe», y magnificar la carne, esta cualidad -tan grandemente valorada por el Señor Jesús- es una materia prima en verdad rara . . .

Una persona verdaderamente humilde busca oportunidades para dar de sí libremente a otros antes que contenerse, de soltar antes que acaparar, de edificar en lugar de destrozar, de servir en lugar de ser servido, de aprender de otros en lugar de reclamar el atril de la enseñanza. Cuán bienaventurados son los que aprenden esto temprano en la vida.

Adaptado del libro, Sabiduría Para el Camino: Palabras Sabias para Personas Ocupadas (Grupo Nelson 2008). Copyright © 2008 por Charles R. Swindoll, Inc. Reservados mundialmente todos los derechos.