Efesios 5:1-2

Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados; y andad en amor, así como también Cristo os amó y se dio a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios, como fragante aroma. —Efesios 5:1-2

NUESTRO SEÑOR Y DUEÑO, vivimos en un mundo que ha perdido su rumbo. Hemos sido impactados por Él, hemos sido influenciados por Él, y algunas veces nos sentimos intimidados por Él. La mentalidad de la sociedad que nos rodea en esta atmósfera global es tan torcida que es fácil que comencemos a pensar que somos nosotros los que andamos mal y el mundo es el que está pensando correctamente. Ayúdanos cada día a darnos cuenta de que no es así.

Padre, purifícanos. Y en este proceso protégenos del tonto orgullo y de una personalidad súper piadosa que puede ser vista como fanatismo; una personalidad del mundo real. Sabemos que caminamos por la cuerda floja.

Padre, necesitamos Tu ayuda para mantener el equilibrio; para que no alejemos a los vecinos con demasiada Escritura o a nuestro cónyuge citando textos bíblicos sermoneándole rígidamente sin ser lo suficientemente razonables. Ayúdanos a saber cómo relacionarnos en el mundo de los negocios sin transigir la ética sólida y la integridad. Haznos gente de palabra en todos los detalles de la vida. Ayúdanos a cumplir nuestras promesas, a pagar nuestras deudas, a respetar a los demás, a deshacernos del lenguaje vulgar.

Señor, necesitamos Tu ayuda para vencer los malos hábitos del pasado; para resistir ese deseo de quedar bien ante la gente en vez de hacer lo correcto; de ser populares en vez de ser puros. Te pedimos Señor que, con ello, continuemos siendo personas agradables como lo es Cristo, el individuo más atractivo que ha caminado sobre la tierra. Padre, confiamos en Ti. En el nombre de Jesús oramos. Amén.

Véase también Salmos 24:4-5; Proverbios 22:11; 1 Timoteo 4:12; Tito 2:7.

VALOR DE GRUPO

Siempre es más fácil ver una decisión tonta y decir que lo era después del hecho. Una vez que el humo se ha disipado, cualquiera puede ver el problema.

Todos tenemos una vista perfecta. El delantero de fútbol, así como el general tienen las mismas dos cosas en común: una perspectiva clara y decisiones correctas. Pero con la suficiente presión, los temores, las inseguridades, las incertidumbres y la intimidación de un grupo, es muy difícil salir a flote cuando todo el mundo nos presiona. Son muy pocos los Josués que pueden levantarse y decir: «Yo y mi casa…» (Josué 24:15). Especialmente cuando nadie más lo dice o siquiera lo piensa.

El valor es aquella habilidad poco común de una persona para pensar y actuar como un individuo mientras se encuentra bajo la influencia de un grupo que le rodea. La presión colectiva es muchas veces lo que motiva a la gente a experimentar con las drogas, a la promiscuidad sexual, al compromiso con una secta o a participar en un esquema de financiamiento ilegal. La presión colectiva es muy amenazadora. Los gritos de la mayoría tienen la capacidad de intimidar la integridad de algunos.

Si ocurre en las altas élites de una nación, no debe sorprendernos que les pueda ocurrir a personas comunes y corrientes como usted y como yo.

¡Manténgase en guardia! Llega el momento en que uno tiene que pensar de manera independiente o mejor aún, pensar de manera bíblica. Debemos hacer todo lo posible para pensar con la cabeza más que con los sentimientos. Si dejamos de hacerlo, perderemos nuestra brújula ética al querer que las personas nos acepten y con ello comenzamos a olvidar nuestro deseo de hacer lo correcto.

No es difícil rever lo que es correcto hacer, pero lo difícil es hacer lo que sabemos que es correcto. Si ser parte del «equipo» requiere que usted haga algo incorrecto, entonces usted se encuentra en el equipo equivocado.

Adaptado del libro, Responde a Mi Clamor: Aprenda a comunicarse con un Dios que se preocupa por usted (Worthy Latino, 2014). Copyright © 2014 por Charles R. Swindoll, Inc. Reservados mundialmente todos los derechos.