Salmos 149

Esta canción de celebración, el Salmo 149, es un llamado para que el pueblo de Dios le alabe sin importar las circunstancias. Esto incluye por supuesto cuando las personas no sienten el deseo de gloriarse en Dios.

Alabemos a Dios en épocas de sufrimiento

Porque el Señor se agrada de su pueblo, a los humildes adornará con salvación. Los fieles se regocijarán con gloria; cantarán desde sus camas. Exalten a Dios con su garganta, y con espada de dos filos en sus manos.

La palabra, «porque», que aparece en el versículo 4 separa el versículo de la sección anterior. También ayuda a aclarar el significado del salmista ahora que la canción habla de épocas de sufrimiento. Ciertamente las circunstancias difíciles son inevitables en la vida, no obstante el Señor siempre se complace en su pueblo. En otras palabras, el sufrimiento no significa que Dios está enojado con nosotros. Nunca es así.

Hay dos frases en el versículo 4 que hablan de la forma en que Dios mira a aquellos que están afligidos con el sufrimiento:

  1. Dios se agrada de su pueblo. El verbo, «agradar» surge del término hebreo «ratzah» que significa aceptar algo favorablemente, complacerse con algo o sentirse satisfecho con algo.

Con frecuencia, una persona que queda de lado siente inútil, que no le quieren y hasta rechazado. Intenta contribuir pero no puede y comienza a sentirse como si fuese una carga, una responsabilidad para los demás. Por eso es que el sufrimiento generalmente es parte del afán de una vida insípida. Sin embargo, este versículo dice todo lo contrario. Dice que Dios se agrada de nosotros. Dios se siente complacido con nosotros aun cuando estemos en la banca y no haya ninguna productividad. Este concepto debería animar a cualquiera que está afligido con algún dolor o con alguna enfermedad. Tal vez usted está en un hospital o se encuentra sólo en la casa. ¡Anímese! Dios continúa amándole y mirándole con su gracia aun cuando usted en este momento no pueda sentirse productivo.

  1. Dios adorna su pueblo. Otra forma de decir esta frase es que Dios embellecerá a los afligidos con su salvación (liberación). Que cierto es eso. El término hebreo de la palabra «adornar», significa embellecer o glorificar. Me parece que el contexto tiene dos significados. El primero es literal. Cuando llega la liberación, cuando ocurre la sanidad, cuando el brillo de la esperanza aparece en el cuarto del afligido, la belleza regresa. Los rasgos faciales de la tensión empiezan a disiparse, la luz regresa a los ojos y todo el rostro cambia. Dios lo embellece.

Por otro lado, en un sentido figurado más amplio, deseo sugerirle que Dios trae su gloria a muchos que viven largos años de aflicción. Algunas de las personas más bellas que he conocido son personas cuyas vidas han sido cicatrizadas por la enfermedad, el dolor y la parálisis. Retenidos por sus camas o limitados por una silla de ruedas, estos «bellos sufrientes» tienen un resplandor que brilla como la luz leal y tranquila de un faro en medio de las aguas turbulentas. Cada vez que voy a ministrarles, descubro que la belleza de sus vidas me ministra a mí. Su actitud con respecto al sufrimiento me impulsa a alabar a Dios.

El Señor también adorna y glorifica a aquellos santos que sufren con la liberación más importante: una eternidad con él en un lugar donde no hay sufrimiento, dolor, enfermedad, lágrimas ni muerte.

Afirmando el alma: Alabar a Dios no es una reacción natural en épocas de sufrimiento. Requiere una ayuda sobrenatural así como el apoyo de los seres queridos. No creo que sea recomendable que trate de animar a una persona que está afligida, pidiéndole que vea el «cordel de plata» o citando Romanos 8:28. Más bien, mi recomendación es que le ayude a unirse a otros en alabanza y adoración. Hágale participe de este ambiente de alabanza. Si no puede llevarle a la iglesia, tráigale la iglesia a ella.

Adaptado del libro, Viviendo los Salmos (El Paso: Editorial Mundo Hispano, 2013). Con permiso de la Editorial Mundo Hispano (www.editorialmh.org). Copyright © 2019 por Charles R. Swindoll, Inc. Reservados mundialmente todos los derechos.