Isaías 12:2

He aquí Dios es salvación mía;
me aseguraré y no temeré; porque mi fortaleza y mi canción es JAH Jehová.
Isaías 12:2

El cristianismo es confiar en Cristo, no en uno mismo. La mayoría de las personas están tratando de alcanzar a Dios, hallar a Dios, complacer a Dios mediante sus propios esfuerzos. Pero la confianza perfecta es descansar todo el peso de uno en otra persona, y no en uno mismo. Es como apoyarse en muletas para que lo sostengan cuando uno se ha torcido un tobillo. Uno se apoya en ellas como la fuerza de uno. Proverbios 3:5-6 nos enseña «fíate de Jehová con todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, Y él enderezará tus veredas».

En otras palabras, la fuerza viene de la perspectiva apropiada. Elton Trueblood lo dice de esta manera: «La fe no es creencia sin prueba, sino confianza sin reservas». La fuerza viene al escoger confiar por completo, orar, y alabar. Nuestras circunstancias tal vez no cambien, pero en el proceso nosotros cambiamos.

Adaptado del libro, Sabiduría Para el Camino: Palabras Sabias para Personas Ocupadas (Grupo Nelson 2008). Copyright © 2008 por Charles R. Swindoll, Inc. Reservados mundialmente todos los derechos.