Salmo 38:15

Porque en ti, oh Jehová, he esperado;
Tú responderás, Jehová Dios mío.

Salmo 38:15

Si se nos quita nuestra riqueza, nos vemos impedidos. Si se nos quita nuestra salud, quedamos lisiados. Si se nos quita nuestro propósito, nos movemos más lento, temporalmente confusos. Pero si se nos quita nuestra esperanza, nos hundimos en la más profunda oscuridad . . . detenidos en seco en nuestros pasos, paralizados. Entonces comenzaremos a preguntarnos: «¿por qué?» «¿Hasta cuándo? ¿Acabará alguna vez esta oscuridad? ¿Sabe Dios dónde estoy?»

El padre celestial dice: «Eso ya es suficiente», y, ¡qué dulce es! Como flores en la nieve, el color largamente esperado vuelve a nuestra vida. El Arroyo, en un tiempo congelado, comienza a deshelarse. La esperanza revive y nos baña.

Inevitablemente, la primavera llega después del invierno. Todos los años. Sí, incluyendo este.

Adaptado del libro, Sabiduría Para el Camino: Palabras Sabias para Personas Ocupadas (Grupo Nelson 2008). Copyright © 2008 por Charles R. Swindoll, Inc. Reservados mundialmente todos los derechos.