Efesios 1:19-23

Ayer, descubrimos las cinco razones sobre por qué la iglesia es realmente algo importante. No, no es perfecta (usted es parte de ella, ¿cierto?) y no siempre ha sido un modelo de su mensaje. Pero cualquier cosa que la sigue en importancia ocupa un segundo lugar muy distante —y quiero decir mucho más atrás en la fila.

Entonces, ¿por qué tanto alboroto sobre la iglesia? Bueno, aparte de las cosas en la lista, puedo pensar en solo una razón adicional que valga la consideración. Es la iglesia sobre la cual Cristo dice que reina como Cabeza. Dios está a cargo.

No la compañía Coca Cola. No la línea aérea American o la Organización de las Naciones Unidas o la Academia de artes y ciencias. No la estación local de bomberos o el teatro o el departamento policial o la biblioteca o la sala de justicia. Aunque estas son importantes y de ayuda, no pueden afirmar que Cristo sea la Cabeza de ellos. Solo la iglesia. Con todas sus rarezas y faltas, todavía se mantiene allí en el primer lugar.

Nos vemos el domingo. Allí es donde el Cuerpo y la Cabeza se reúnen para celebrar esta misteriosa unión. . . cuando gente común, de lo más regular como nosotros se reúnen alrededor de Aquel que es preeminente. Para adorar. Para animarse. Para recibir instrucción. Para expresarse. Para apoyarse. Para llevar a cabo un rol que Dios ha dado que nunca tendrá igual en la tierra —aun cuando se trata de lo que el mundo alrededor considera débil y raro. . .

 

«Ese plan “ridículo” de Dios es más sabio que el más sabio de los planes humanos, y la debilidad de Dios es más fuerte que la mayor fuerza humana. Recuerden, amados hermanos, que pocos de ustedes eran sabios a los ojos del mundo o poderosos o ricos cuando Dios los llamó. En cambio, Dios eligió lo que el mundo considera ridículo para avergonzar a los que se creen sabios. Y escogió cosas que no tienen poder para avergonzar a los poderosos. Dios escogió lo despreciado por el mundo —lo que se considera como nada— y lo usó para convertir en nada lo que el mundo considera importante». (1 Corintios 1:25-28)

No importa cómo pueda parecerles a otros, si la iglesia es algo que Dios ha escogido y que a Dios le place usar, es algo importante.

Tomado de Come Before Winter and Share My Hope, Copyright © 1985, 1988, 1994 por Charles R. Swindoll, Inc. Todos los derechos reservados mundialmente. Usado con permiso.