Mateo 16:18
Entonces, ¿por qué se le da tanta importancia a la iglesia?
Buena pregunta. Y merece una buena respuesta. Algo más que: «Hay que tener una en que casarse» o «Es el lugar donde deben estar los niños el día domingo». O qué de: «No hay mejor lugar para hacer contactos para los negocios».
En verdad, ¿no se ha preguntado, a veces, si la iglesia es tan significante en un tiempo de decisiones de alto nivel y asuntos internacionales poderosos? Yo sí que lo he hecho. ¿Cómo puede una congregación de personas tener mucha influencia en nuestra era moderna de misiles intercontinentales, descubrimientos científicos que aturden la cabeza, exploración espacial e impresionantes avances educacionales? Es fácil ser un poco cínico cuando usted compara la importancia de un grupo brillante de mentes agudas lidiando sobre decisiones que pueden impactar a un continente de personas con un par de decenas de personas en un edificio de tablilla blanca cantando «Más allá del sol».
Sin embargo, a menos que usted haya arrancado de su Biblia a Mateo 16:18, todavía indica lo que dijo Jesús. Todavía incluye una promesa incondicional de que la iglesia es Su proyecto personal («edificaré Mi iglesia»), y que también será invencible a perpetuidad. De ninguna manera podrán «las puertas del infierno» causar que cese en su tarea. Cuando usted mastica ese pensamiento por un tiempo suficiente, usted comienza a darse cuenta de que la iglesia es el yunque impermeable, y todas estas cosas calientes, sin importar cuán impresionantes y ruidosos e intimidantes sean, al final se enfriarán y serán reemplazadas.
Recuerdo un mensaje que un pastor dio en un campamento familiar. El título de su charla no era llamativo: «Por qué tengo fe en la iglesia local». Desarmados por su simplicidad, todos nosotros en la audiencia salimos de allí con nuestras cabezas un poco más elevadas, nuestros hombros ya no tan caídos como si tuviéramos que probarle algo al mundo que a menudo duda de las razones de nuestra existencia. El pastor nos ofreció cinco respuestas espléndidas.
- La iglesia es la única institución que trata los temas finales. La muerte. El juicio. Las relaciones. Propósito. Prioridades duraderas. Lo que da significado a la vida. Identidad. El cielo y el infierno.
- La iglesia provee una perspectiva que le da dignidad al ser humano. Vivimos en un día en que el hombre ha llegado a ser un medio en lugar de un fin. Esto crea un sentido desesperante de poco valor interior. La iglesia lucha en contra de este mensaje insidioso.
- La iglesia provee un compás moral y ético en medio del relativismo. Tal como un pantano de aguas turbias y aceitosas, nuestra sociedad ha recreado, resistido o completamente rechazado los absolutos. ¡No así la iglesia! Todavía se mantiene sobre la roca eterna de las Escrituras.
- La iglesia es el único lugar en que se puede encontrar verdadera comunidad, sanidad, compasión y amor. Es aquí donde la gente se interesa. Se interesa de verdad. No basado en posición o dinero. Sino porque el Espíritu de Dios está obrando, entrelazando las vidas que están dentro del Cuerpo.
- La iglesia (como ninguna otra institución) ha provisto la motivación para los ministerios más duraderos, desinteresados, esenciales y valerosos en la tierra. Escuelas. Hospitales. Casas de recuperación. Orfanatos. Leprosarios. Misiones.
Repase esta lista. Piense en cada una de ellas. Vea si no le causa entusiasmo saber que está conectado con un brazo de fuerza tan significativa. Mañana hablaremos más acerca de esta institución maravillosa, la iglesia.
Tomado de Come Before Winter and Share My Hope, Copyright © 1985, 1988, 1994 por Charles R. Swindoll, Inc. Todos los derechos reservados mundialmente. Usado con permiso.