Salmo 119:127-128
Por eso he amado a tus mandamientos
Más que el oro, y más que oro muy puro.
Por eso estimé rectos todos tus
mandamientos sobre todas las cosas.
Salmo 119:127-128
Algo que siempre he apreciado en la Biblia es que cuando se da gran verdad, Dios con frecuencia encarna dicha verdad en vidas con las cuales podemos identificarnos. Dios no se detiene en la teoría al enseñarnos en cuanto a la importancia abstracta de la fe. Menciona a Abraham como modelo, que «tampoco dudó, por incredulidad, de la promesa de Dios».
Dios no meramente habla de estar solos y ser personas de carácter y perseverancia; Él nos da a Elías. Nos muestra a los profetas porque tenemos mucha dificultad al identificarnos con la verdad abstracta. Sin embargo, nos es más fácil identificarnos con las personas . . .
Dios no se limita a decir: «Ustedes deberían perdonar». Nos da a José, que perdonó a sus hermanos por la forma en que lo maltrataron. Dios pinta a sus héroes «con verrugas y todo». Puesto que hay cicatrices y un lado oscuro en cada vida, no estamos protegidos de los Jonás, y de los Sansón, del orgullo de los Reyes Saúl o del adulterio de los Reyes David. Lo vemos todo en colores crudos y vivos.
Adaptado del libro, Sabiduría Para el Camino: Palabras Sabias para Personas Ocupadas (Grupo Nelson 2008). Copyright © 2008 por Charles R. Swindoll, Inc. Reservados mundialmente todos los derechos.