Romanos 8:6

Porque la mente puesta en la carne es muerte, pero la mente puesta en el Espíritu es vida y paz. Romanos 8:6

SOLO TÚ, NUESTRO DIOS, puedes romper las ligaduras que nos atan. Libéranos para que podamos caminar en bienestar espiritual, emocional y hasta físico. Tienes que comenzar esa obra en nuestras mentes, porque nosotros somos incapaces de hacerlo por nosotros mismos. Te agradecemos que no nos hayas arrojado en esta tierra para que nos las arregláramos como pudiéramos. No eres una deidad fría y distante. Tú diriges a tus hijos amados. Aun cuando la maldad y la adversidad nos atacan, Tú sigues siendo nuestro Dios. Nada te toma por sorpresa. Conoces el fin, el principio y todo lo que hay en el medio.

Oramos para que nos ayudes a dar un salto más allá de nuestras distracciones mentales diarias y que de esa forma el Espíritu nos ayude a aplicar lo que leemos en Tu Palabra. Que Tu verdad cambie nuestros pensamientos y en última instancia, nuestras acciones.

Te invitamos, Padre celestial—comenzando en este momento—para que tomes el control. Danos mentes saludables, especialmente, que tengan la habilidad de comprender Tu verdad. . . para que podamos ponerla en práctica, para Tu gloria. Te lo pedimos en el nombre de Aquel que es el camino, la verdad y la vida. Amén.

Véase también Juan 8:36; 14:18; Romanos 12:1-2; Filipenses 1:6; Colosenses 3:1-5; Hebreos 12:2.

LA MENTE DE CRISTO
Periódicamente nos encontramos en situaciones donde no sabemos qué hacer o cómo reaccionar. La vida pareciera traer esas épocas de desesperación con frecuencia. Es allí donde debemos pedir ayuda: «Pero si alguno de vosotros se ve falto de sabiduría, que la pida a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada». (Santiago 1:5)

Es en esas encrucijadas, cuando necesitamos una sabiduría para pensar con claridad en los momentos de prueba, Dios nos da algo más que inteligencia, ideas o un buen sentido común. Él extrae de Su pozo de sabiduría y nos permite beber profundamente de Su copa. No puedo describir totalmente los beneficios de recibir este refrigerio que Él nos provee, pero entre ellos tendría que incluir una percepción y un conocimiento que no son de este mundo. Quizás la mejor forma de decirlo es que Dios nos permite tener una pequeña porción de «la mente de Cristo». Usando las palabras de Pablo: se nos han dado «No. . . palabras enseñadas por sabiduría humana, sino. . . las enseñadas por el Espíritu, combinando pensamientos espirituales con palabras espirituales. Porque ¿quién ha conocido la mente del Señor, para que le instruya? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo». (1 Corintios 2:13, 16)

Cuando reaccionamos de la forma correcta a los golpes de la vida, cuando los soportamos en vez de escapar de ellos, nuestra madurez espiritual crece. Dios nos da sabiduría con la cual nosotros podemos equilibrar nuestras vidas.

Si usted es como yo, tengo la sospecha de que podría utilizar ese apoyo divino para soportar la prueba. Si es así, dígaselo. No la piense dos veces para pedirle ayuda. Dígale su Padre que se está quedando sin esperanza, sin energía y sin ideas. Admita que su mente está opacándose y necesita nuevos consejos de la mente de Cristo.

Adaptado del libro, Responde a Mi Clamor: Aprenda a comunicarse con un Dios que se preocupa por usted (Worthy Latino, 2014). Copyright © 2014 por Charles R. Swindoll, Inc. Reservados mundialmente todos los derechos.