Hebreos 10:23
Mantengámonos firme, sin fluctuar; la profesión de
nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió.
Hebreos 10:23
La esperanza es una dádiva maravillosa de Dios, una fuente de fortaleza y valor frente a las pruebas más duras de la vida.
Cuando estamos atrapados en un túnel de desdicha, la esperanza señala la luz al final.
Cuando estamos agotados y exhaustos la esperanza nos da energía fresca.
Cuando estamos desalentados, la esperanza eleva nuestros espíritus.
Cuando nos vemos tentados a renunciar, la esperanza nos mantiene avanzando.
Cuando luchamos con una enfermedad debilitante o una enfermedad que persiste, la esperanza nos ayuda a perseverar más allá del dolor.
Cuando tememos lo peor, la esperanza nos trae recordatorios de que Dios sigue en control.
Cuando nos vemos obligados a tomar asiento y esperar, la esperanza nos da paciencia para confiar.
Dicho en forma sencilla, cuando la vida duele y los sueños se esfuman, nada ayuda tanto como la esperanza.
Adaptado del libro, Sabiduría Para el Camino: Palabras Sabias para Personas Ocupadas (Grupo Nelson 2008). Copyright © 2008 por Charles R. Swindoll, Inc. Reservados mundialmente todos los derechos.