Job 15: 1—35

Elifaz se echa hacia atrás como pensando «¡Ya basta, Job, qué arrogancia!», Lo vuelve a mirar como diciendo otra vez: «¡Estás recibiendo exactamente lo que te mereces!». El estilo de comunicación qué Elifaz utiliza no es raro en las personas que carecen de gracia. Es posible que no siempre sea tan brutal, pero ¿no ha notado usted esa actitud cuando está cerca de personas que no muestran ninguna gracia? Si usted está en el suelo, le dan patadas. Sí se está ahogando, le hunden más. Sí está confundido, le complican la vida. Y si está casi acabado, le dan por perdido. Fuera de eso son magníficas personas.

Es fácil olvidar la aflicción a la que Job estaba tratando de sobreponerse, la traumatizante muerte de sus hijos adultos. Dejar atrás el intenso sufrimiento que produce una muerte repentina exige un costo enorme.

No puedo evitar pensar en eso cuando veo a Job sentado allí y sufriendo eso, inundado por la pena, tratando el máximo de no creer lo que está escuchando que este hombre, que una vez fue su amigo, este diciendo esas inmisericordes palabras. Me quedo pensando en algo: «Señor, si nos estas enseñando algo por medio del aguante de Job, enseñarnos el valor de la gracia. Enséñanos cómo mostrar gracia. Enséñanos otra vez que la gracia es siempre pertinente. Que siempre se necesita. No solo la necesita un estudiante que está a punto de tomar un importante examen final. No solo una familia enlutada. Todos la necesitamos».

La necesita la persona que se sentara a su lado en la Iglesia el próximo domingo; la Señora que está empujando ese carrito en el supermercado; la persona que pone gasolina en el tanque de su auto; el hombre que está detrás de usted en el cine, esperando para comprar su boleto; el estudiante que está frente a usted en la escuela. Usted no sabe lo que esa persona está viviendo. Si lo supiera, es muy posible que sintiera el impulso de mostrarle gracia o darle una palabra de aliento, aunque sea fugazmente. Recuerde esto, por favor: ¡La gracia es siempre pertinente, y siempre se necesita!

«Oh gracia admirable, ¡dulce es!»

Adaptado del libro, Buenos Días con Buenos Amigos (El Paso: Editorial Mundo Hispano, 2007). Con permiso de la Editorial Mundo Hispano (www.editorialmh.org). Copyright © 2019 por Charles R. Swindoll, Inc. Reservados mundialmente todos los derechos.