Salmo 32:9
No seáis como el caballo, o como
la mula, sin entendimiento.
Salmo 32:9
Usted ha oído que se habla de los hijos de Dios como ovejas. No es una mala imagen, considerando todas las cosas. La imagen conjura visiones de pastos verdes, aguas de reposo, y un Pastor bondadoso, vigilando sobre su rebaño.
Pero Dios también se refiere a nosotros como mulas. A veces pienso qué es una mejor analogía.
¡No sea como una mula chúcara! No sea terco cuando Dios le habla. No luche contra Él, ni le resista continuamente. No persista en alejarse corriendo de Dios de modo de que no pueda hablarle. No le obligue a enlazarlo antes de permitirle que lo acerque.
¿Porque resistimos a un Dios tan magnífico que nos ama? ¡No tiene sentido!
Adaptado del libro, Sabiduría Para el Camino: Palabras Sabias para Personas Ocupadas (Grupo Nelson 2008). Copyright © 2008 por Charles R. Swindoll, Inc. Reservados mundialmente todos los derechos.