Salmos 27

Uno de los problemas más paralizantes en la vida de un ser humano es el temor. Nuestros temores aparecen en muchas áreas: temor a lo desconocido, temor a la calamidad, temor a la enfermedad, temor a la muerte, temor a las personas, temor a perder nuestro empleo, temor a los ataques del enemigo, temor de ser malentendido, de ser rechazado, de ser criticado, de ser olvidado, o como lo mencionamos anteriormente de ser maltratado. He pasado momentos cuando prácticamente me he quedado paralizado con sentimientos de pánico. El temor se aferra a nosotros y en un instante nos convertimos en su víctima.

Recuerdo un amigo mío de la universidad que me contó de su experiencia hace varios años mientras trabajaba en la construcción de un gran hospital en Dallas. Le tocó trabajar en el doceavo piso soldando las vigas de acero que servían de estructura al edificio. Estaba tan aterrado de caerse, que literalmente temblaba de temor todos los días, aun cuando no lo divulgaba. Un día, su supervisor se dio cuenta que mi amigo estaba temblando y le dijo: «Oye, chico, ¿tienes miedo?» Mi amigo le respondió: «Miedo… ¿yo? ¡He estado tratando de decirte desde hace dos semanas que quiero renunciar!»

Eso es estar paralizado de temor.

Si el temor se ha convertido en su afán diario, el Salmo 27 le será muy útil. Esta canción fue escrita con la intención de aplacar el dolor de ese afán tan perturbador.

El pasaje y su patrón

Una lectura cuidadosa de la canción del rey David revelará un contraste entre la primera parte (vv. 1-6) y la segunda parte (vv. 7-14). Los primeros seis versículos resuenan en alabanza, confianza y canto mientras que los últimos ocho versículos presentan una larga lista de peticiones. Observe las expresiones que David utiliza en su composición:

Versículo 7: «Escucha, oh Señor… y respóndeme».
Versículo 8: «Tu rostro buscaré, oh Señor».
Versículo 9: «No escondas…no apartes… no me dejes ni me desampares».
Versículo 11: «Enséñame… oh Señor».

Estas frases antiguas parecen dar la sensación de temblar mientras expresan la dependencia en Dios.

Antes de comenzar este análisis profundo de la reacción de David hacia el temor, permítame señalarle la estructura general del salmo.

Declaración de alabanza (vv. 1-6)
Petición por las necesidades (vv. 7-13)
Exhortación a esperar (v. 14)
David primero dijo lo que sabía (vv. 1-6).
Luego expresó lo que necesitaba (vv. 7-13).
Y finalmente, se comprometió a esperar en Dios (v. 14).

Afirmando el alma: ¿Cuál es su reacción acostumbrada cuando el temor llega su vida? ¿Cree usted que su reacción es constructiva para usted y los demás? ¿Cómo cambiaría usted su reacción al temor si pudiese hacerlo?

Uno de los problemas más paralizantes en la vida de un ser humano es el temor.

Charles R. Swindoll Tweet esto

Adaptado del libro, Viviendo los Salmos (El Paso: Editorial Mundo Hispano, 2013). Con permiso de la Editorial Mundo Hispano (www.editorialmh.org). Copyright © 2019 por Charles R. Swindoll, Inc. Reservados mundialmente todos los derechos.