Hechos 18:1–4, 18–28
Aparte de los apóstoles, Priscila es una de las grandes maestras de la fe cristiana de la era del Nuevo Testamento. ¿Qué la hizo tan grande? Hacía que la verdad se enseñara bien.
Ella entró en escena con su esposo Aquila. Eran cristianos judíos que huyeron de su hogar en Roma, dejando la gran ciudad después de que el emperador Claudio expulsara a los judíos de la ciudad. Priscila y su esposo conocieron a Pablo en Corinto, y como todos eran fabricantes de tiendas, invitaron al apóstol Pablo a quedarse con ellos.
Finalmente, Priscila, Aquila y Pablo fueron a Éfeso donde Pablo dejó a la pareja para que sirvieran a los cristianos de la ciudad. Un tiempo después de que el apóstol se fuera de Éfeso, un cristiano judío llamado Apolo vino a la ciudad y empezó a predicar sobre Cristo. Apolo era un predicador conocido. Lucas lo describe como «elocuente» y «que conocía bien las Escrituras» y «con espíritu entusiasta» (Hechos 18:24–25). Sin embargo, cuando Priscila y Aquila escucharon a Apolo, inmediatamente entendieron que necesitaba aprender algunas cosas, así que «le explicaron el camino de Dios con aún más precisión» (18:26).
Priscila creía que la sana doctrina y enseñanza eran importantes. Esto no era de sorprender, pues su mentor Pablo enfatizó el mismo principio a su discípulo Timoteo (2 Timoteo 2:15). Priscila creía en la sana doctrina de forma tan ferviente que, incluso en la presencia de este elocuente Apolo, ella y su esposo tuvieron el valor de acercarse a él y enseñarle para que supiera y aprendiera más sobre la fe en Cristo.
Muy frecuentemente no damos importancia a la doctrina, preferimos sentirnos bien, una música animada y un orador fácil de escuchar en lugar de enseñar la verdad bien. Pero la verdad es que nuestra fe no tiene importancia si no conocemos al Dios verdadero, a nuestro Padre y a Jesucristo, Su Hijo, quien murió en una cruz y resucitó de los muertos por la humanidad. Si nosotros, como Priscila, nos comprometemos a amar a Dios con nuestra mente y con nuestro corazón, nosotros también disfrutaremos de un impacto efectivo y duradero en el pueblo de Dios.
Adaptado del libro, Las Sabias y las Audaces. Publicado por Visión Para Vivir. Copyright © 2023 por Charles R. Swindoll, Inc. Reservados mundialmente todos los derechos.