Proverbios 30:8

No me des pobreza ni riquezas;
Mantenme del pan necesario.
Proverbios 30:8

Mientras más años vivo, más me doy cuenta de la facilidad con que podemos caer en extremos. Lo veo por todas partes a mi alrededor, y a veces, para vergüenza propia, lo veo en mí mismo. Una oración principal mía, conforme envejezco, es: «Señor, ¡mantenme balanceado!»

Necesitamos un balance entre el trabajo y el juego, entre la bondad y la firmeza, entre esperar y orar, entre ahorrar y gastar, entre querer demasiado y esperar demasiado poco, entre una aceptación cálida y un discernimiento agudo, entre la gracia y la verdad.

Para muchos, la lucha con el desequilibrio no es un conflicto anual; es una lucha diaria . . . El adversario de nuestras almas es experto en los extremos. Nunca se le acaban las maneras de empujarnos al límite . . . de hacernos ir tan lejos en un extremo que nosotros . . . echamos la perspectiva a los vientos.

Mientras más años vivo, más debo luchar con la tendencia de ir a los extremos . . . y más valoro el balance.

Adaptado del libro, Sabiduría Para el Camino: Palabras Sabias para Personas Ocupadas (Grupo Nelson 2008). Copyright © 2008 por Charles R. Swindoll, Inc. Reservados mundialmente todos los derechos.