Colosenses 2:14
Cuando crucificaban a un criminal, los soldados colocaban sobre la cabeza del criminal un letrero garrapateado que describía el crimen por el cual había sido ajusticiado. Por eso el letrero que pusieron encima de la cabeza de Jesús decía: «ESTE ES EL REY DE LOS JUDÍOS» Crucificaron a Jesús porque Él afirmaba ser Rey; y se consideraba traición que Él se erigiera por encima del césar romano.
Ahora, adelante la cinta hasta la actualidad.
Considere el letrero que se debería poner sobre su cabeza. ¿No es acaso maravilloso leer en Colosenses 2:14 que el Señor Jesús obró «anulando el acta de los decretos [nuestra culpa] por completo, quitándola de en medio y clavándola en la cruz»? Jesús tomó nuestro pecado, el documento escrito que había contra nosotros, la razón por la que debíamos morir, y la llevó sobre sí mismo.
Si no fuera por el perdón completo que Dios ofrece por su pecado, usted tendría que llevar para siempre algo «colgado sobre su cabeza». Pero, alabe a Dios porque hoy y en esta Semana Santa usted puede vivir; su pecado ha quedado clavado en la cruz y ha sido perdonado. Anímese y regocíjese; viva hoy como una persona perdonada.