Salmos 63

¡Qué fácil es caer en la trampa del «ritual de la religión»! Muy pocos cristianos conocen lo que es una relación diaria fresca y vital con el Señor. Note que no quise decir una relación activa. Los cristianos son muy activos. El problema no es la teoría; más bien es la tiranía del urgente. Muchos creyentes dejan las actividades de los domingos solo para meterse en más actividades entre semana. Actividades como reuniones, funciones, ensayos, clubes, compromisos, banquetes, estudios, comités, y retiros. Estoy de acuerdo con la persona que dijo: «Mucha de la actividad religiosa de hoy no es nada más que un anestésico barato para silenciar el dolor de una vida vacía».

Eso no es fácil de digerir. Como pastor, espero ayudarle a que usted cultive un caminar consistente y significativo con el Señor Jesucristo, una relación que crezca sin necesidad de ser recargada por medio de una interminable cantidad de actividades. Me encantaría que todos conociéramos al Señor de tal forma que su divina compañía y una relación vertical saludable se convierta en nuestra comunión diaria, serena y constante. Debemos encontrar formas de vivir más allá del afán de ritual de la religión.

A.W. Tozer en su libro, The Pursuit of God [La búsqueda de Dios] escribe:

«Mi intención es estimular ese deseo de buscar de Dios. Es la carencia de ese deseo, de esa hambre, lo que ha producido la actual situación de desgano, tibieza y desinterés en que está hundida la iglesia. La vida religiosa, fría y mecánica que vivimos es lo que ha producido la muerte de esos deseos. La complacencia es la enemiga mortal de todo crecimiento espiritual. Si no sentimos deseos de verle, Cristo nunca se manifestará a su pueblo. ¡Él quiere que le deseemos! Y es triste decirlo, él nos ha estado esperando a muchos de nosotros por mucho tiempo. Cada época tiene sus propias características. Actualmente estamos en una época de complejidad religiosa. Es muy raro encontrar la sencillez que hay en Cristo. Esta ha sido reemplazada por planes, métodos, organizaciones y un mundo de actividades frenéticas que se llevan todo nuestro tiempo y atención, pero que no satisfacen los anhelos del alma. La escasa profundidad de nuestra experiencia, lo hueco de nuestro culto, y la manera servil como imitamos al mundo, todo indica el superficial conocimiento que tenemos de Dios. Y que por ende resulta en lo poco que sabemos acerca de su paz».

El Salmo 63 es una canción de David sobre lo que significa tener un anhelo desesperado por Dios y lo que significa que Dios sea el único que nos satisfaga. No es una canción de actividad sino más bien de quietud. David no escribió una marcha que pusiera a mover los pies, sino más bien un soneto para calmar las almas sedientas.

Créalo o no, muchas personas no saben que tienen sed. Pudiese ser que usted no tenga un deseo profundo de cultivar una interacción continua con Dios. Y eso puede ser porque usted ha opacado sus sentidos espirituales y los ha llenado de actividades. Actividades de trabajo, actividades sociales, actividades religiosas. Si eso le está sucediendo, le sugiero que baje la velocidad y simplifique su vida.

Afirmando el alma: En una hoja de papel, dibuje siete cuadros y en cada uno de ellos escriba un día de la semana. Luego escriba en cada uno de esos cuadros, sus horas de trabajo, las citas, las actividades rutinarias, etcétera. Trate de registrar cada una de las actividades recurrentes. Es probable que tenga que sacrificar alguna de esas cosas. Si eso no es posible, trate de encontrar espacios de tiempo en la semana y resérvelos para estar a solas y en silencio.

Adaptado del libro, Viviendo los Salmos (El Paso: Editorial Mundo Hispano, 2013). Con permiso de la Editorial Mundo Hispano (www.editorialmh.org). Copyright © 2019 por Charles R. Swindoll, Inc. Reservados mundialmente todos los derechos.