Cuando observa el mundo en que vivimos, algunas veces se pregunta ¿por qué este mundo está tan de cabeza? A lo largo de mi vida, he visto muchos cambios en la cultura. Lamentablemente, no todos han sido para bien. Si los cristianos queremos impactar este mundo, es vital que primero lo comprendamos. Veamos tres cambios preocupantes que yo veo en nuestro mundo.

Primero, yo veo una línea borrosa demarcando lo bueno y lo malo. He notado que lo que era considerado un parámetro integral de lo moral ha sido intercambiado por un énfasis total y sin discernimiento de la tolerancia. Muchas personas han reemplazado el sentido común por una diplomacia subjetiva. Ahora se defiende más a los criminales que a las víctimas. Si una persona expresa su opinión en contra del matrimonio de personas del mismo género, se le etiqueta como “homofóbica e intolerante” y “lejos de la realidad”. Decir que la Biblia está a favor o en contra de alguna conducta o actitud ya no tiene el peso que tenía antes. Se puede decir que, en esta época, vivir bajo parámetros morales conservadores es indicativo de insensatez. ¿Por qué? Porque existe esa línea borrosa demarcando lo bueno y lo malo.

El segundo cambio preocupante que está ocurriendo en estos días es que la ignorancia del conocimiento bíblico está aumentando. Hasta hace pocos años, el pensamiento teológico, la comprensión bíblica y la verdad doctrinal eran los parámetros de vida de nuestra cultura. Los políticos y los educadores citaban las Escrituras con frecuencia. La oración era parte de mi experiencia educativa cuando asistía a la escuela primaria en Texas. Los pastores enfatizaban las Escrituras todo el tiempo. ¿Pero ahora? Tristemente, en nuestros tiempos existe “hambre sobre la tierra, no hambre de pan ni sed de agua, sino hambre de oír las palabras del Señor” (Amós 8:11).

El tercer cambio que yo veo es que el posmodernismo ha sido acogido abiertamente. Claramente, ya no estamos bajo la era cristiana, sino bajo una era post cristiana. Eso se lo debemos al posmodernismo. Permítame darle 10 señales breves que le ayudarán a reconocer la presencia del posmodernismo en nuestro mundo.1

  1. Ninguna autoridad es válida. Aquellos que se adhieren a esta posición desafían la autoridad diciendo: ¿Quién eres tú para decirme qué debo creer? El respeto a la autoridad prácticamente no existe.
  2. Ninguna regla es válida. Eso significa que podemos decidir lo que es bueno y lo que es malo y así seguir solamente las reglas que nos parezcan bien a nosotros.
  3. La moda es más importante que la sustancia. De aquí viene la idea de que la realidad consiste solamente en la imagen o la apariencia en vez de la sustancia.
  4. La moral es un asunto de elección. Este concepto sugiere que está bien vivir como queramos.
  5. La tolerancia es una virtud cardinal. Esa clase de tolerancia dice que debemos validar las creencias de todas las personas . . . excepto las creencias de aquellos que no son tolerantes. Qué irónico, ¿no le parece?
  6. Las palabras no tienen un significado inherente y por eso una comunicación genuina es imposible. Las palabras tienen o no tienen peso, pero en nuestro mundo el significado de las palabras continúa erosionándose.
  7. La cultura occidental es opresiva. Este concepto dice que otra persona en otro lugar siempre tiene la respuesta para mejorar la cultura y siempre es mejor que la respuesta del occidente.
  8. El límite entre la verdad y el entretenimiento ha sido eliminado. ¿Adivine qué? Ahora Hollywood se ha convertido en la fuente de la verdad en vez de la Biblia.
  9. Las imágenes y la fantasía interpretan la realidad. Las imágenes desagradables en los videojuegos o en la televisión se convierten en la realidad de los niños que crecen bajo su influencia.
  10. Lo que la gente cree es lo correcto así que ellos pueden hacer cualquier cosa con tal de lograr un objetivo. Pensadores posmodernistas creen que es aceptable reaccionar de cualquier forma cuando se sienten ofendidos, porque su punto de vista es el correcto.

El posmodernismo presenta numerosos desafíos al creyente en Cristo. Es vital que se tenga un plan para vivir bien a pesar de esos desafíos. Primeramente, usted necesita discernimiento. El discernimiento evita que usted sea engañado, estafado o desilusionado. El discernimiento le dice: “Esta situación va a terminar mal y por eso no voy a seguir ese camino”. Las personas con discernimiento se evitan muchas caídas en este mundo.

Segundo, usted necesita dirección. La dirección le provee un objetivo a lograr y le muestra lo que debe hacer. Pero la dirección también le obliga a tomar decisiones difíciles. Muestre el valor de hacer lo correcto frente a la oposición y el desánimo.

Palabras importantes que debemos meditar. Sé que usted lo sabe, pero es fácil ser arrastrado por la marea de nuestra época. Le pido que se convierta en un verdadero estudiante de las Escrituras. Permita que la Palabra de Dios sea su guía. Adoptar ese hábito de confiar en la sabiduría eterna de la Biblia le transformará de manera asombrosa mientras afina su discernimiento y desarrolla su dirección de un mundo que ha perdido su camino.

  1. Woodrow Kroll, Back to the Bible: Turning Your Life Around with God’s Word