¿Cuáles son las órdenes de marcha para los que viven en estos tiempos difíciles, peligrosos, cuando los tribunales están fuera de control, cuando las escuelas están fuera de control, cuando los barrios están fuera de control, cuando parece como si el hogar de uno a veces estuviera viviendo en el filo cortante? Permítame darle cuatro enunciados de las Escrituras (2 Timoteo 3:14 – 4:18).

1. Siga el modelo de los fieles. ¿Qué quiere decir seguir a los fieles? Quiere decir que observamos sus vidas. Quiere decir que aprendemos de su ejemplo. Quiere decir que escuchamos su instrucción. Emulamos sus virtudes. Admiramos su carácter. Recordamos lo que ellos han soportado. Hay algo maravilloso en tener mentores y héroes fieles en los anales de la historia.

No piense que debido a que nuestros tiempos son difíciles no hay personas que son dignas de perseguir o modelos dignos de emular. Hay algo inspirador en alguien que va delante de nosotros; alguien que caminó por el camino y vivió esa vida. Hay los que han vivido fieles antes que usted y lo lograron, y usted también puede lograrlo. Siga el modelo de los fieles.

2. Aférrese a la verdad de la Biblia. Si se mantiene con la verdad de la Biblia, nunca se equivocará. Ella nunca los desanimará. Nunca le hará descarriarse. Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para reprender, para corregir y para instruir en justicia.

En un mundo en donde todo se ha vuelto gris y nebuloso, las Escrituras todavía marcan las líneas entre el bien del mal, entre lo bueno y lo malo, entre la bendición y la maldición. Manténgase en las enseñanzas de las Escrituras.

3. Proclame el mensaje de Cristo. En una era como esta no hay otro mensaje como éste. Predique la Palabra de Dios. Esté listo. Sea consistente. Sea fiel a tiempo y fuera de tiempo. Reprenda, redarguya, exhorte; pero no sea cáustico al hacerlo. No agarre a las personas por la garganta. Pablo dice que hay que predicar la palabra con gran paciencia y con el propósito de instruir. Martille, aclare, dígalo tal como es, sea firme.

Manténgalo sencillo, muy sencillo. Las personas en tiempos peligrosos están confundidas. Es fácil para nosotros descargarles el camión entero antes que darles un bocado para que lo mastiquen. Hay algo en la declaración sencilla del evangelio que se abre paso por entre todas las galimatías y alimenta el corazón hambriento. Proclame el mensaje de Cristo.

4. Mantenga una vida ejemplar. Las personas pueden discutir su filosofía, negar su teología, y desviarlo con argumentaciones, pero hay una cosa que nunca puede negar: una vida ejemplar. Hay algo en una vida que se vive para la gloria de Dios en una universidad, y que la gente no puede dejar de ver. Hay algo en una vida ejemplar que se vive en la oficina, y que la gente no puede dejar de ver. Aunque hay quienes hoy que no aguantan la sana doctrina, sea sobrio, soporte la adversidad, haga la obra de evangelista, cumpla su ministerio. Mantenga una vida ejemplar.

Los tiempos peligrosos han llegado. Es nuestra responsabilidad obedecer las órdenes de marcha y mostrarles a otros el amor de Cristo. Siga el modelo de los fieles. Manténgase en la verdad de la Biblia. Proclame el mensaje de Cristo. Mantenga una vida ejemplar.

Empiece hoy.

Tomado de Charles R. Swindoll, “Practical Advice for Perilous Times,” Insights (julio 1999): 1. Copyright © 1999 por Charles R. Swindoll, Inc. Reservados mundialmente todos los derechos.