¡Imposible! 

¿Ha mencionado esta palabra últimamente ante un problema insoluble? La Real Academia Española define la palabra «imposible» como «algo no posible. Algo sumamente difícil».

¿Cuál es su circunstancia «sumamente difícil»? Quizás un hijo adulto que se ha ido por el camino equivocado, o quizás se encuentra en un matrimonio en que apenas se hablan, una enfermedad física que el médico no puede tratar. . . . Las categorías de «imposibilidades» son una lista interminable. Sea cual sea el obstáculo, es imposible, sea cual sea la situación, es intolerable. No hay consejero, amigo, pastor o familiar que pueda hacer que cambie la situación.

Si he descrito su situación, le tengo buenas noticias. Hace años memoricé una frase que recuerdo con frecuencia. Dice así: Todos nos enfrentamos a una serie de grandes oportunidades bien disfrazadas de situaciones imposibles.

¿Ese imposible en su vida? Dentro de su cascarón inquebrantable hay una gran oportunidad esperando salir a la luz. ¿Cómo lo sé? ¡Porque Jesús tiene el poder de hacer posible lo imposible! ¿Cómo puedo estar seguro? Porque Jesús demostró Su poder durante Su ministerio. El libro de Juan nos habla de siete milagros que muestran el poder extraordinario de Jesús sobre todo lo que pueda pisotearnos. Hechemos un vistazo a los siete milagros brevemente y el poder que demuestran:

  1. El poder sobre la calidad. En una boda en Caná cuando se acabó el vino, Jesús dijo a los sirvientes que llenaran seis tinajas con agua, que sacaran un poco y lo llevaran al encargado del banquete. Al probar el vino, el encargado vio que Jesús no solo había convertido agua en vino, sino que era el mejor vino (Juan 2:1–12).
  2. El poder sobre la distancia. Más tarde, un oficial real vino a Caná para pedir a Jesús que sanara a su hijo moribundo en Capernaún, a unos 30 kilómetros de distancia. Sin moverse, Jesús le dijo: «Vuelve a tu casa. ¡Tu hijo vivirá!» (4:50). Sanó al hijo desde la distancia.
  3. El poder sobre el tiempo. Cerca del estanque de Betesda, Jesús vio a un hombre que llevaba enfermo 38 años. El Señor le ordenó: «¡Ponte de pie, toma tu camilla y anda!» (5:8). No importaba que el hombre había estado cojo casi cuatro décadas, cuando Jesús dijo: «anda», él anduvo.
  4.  El poder sobre la cantidad. Después, Jesús alimentó a una multitud de más de 5000 personas con cinco panes y dos peces (6:1-15). ¿Cómo puede tan poca cantidad alimentar a tantos? Las matemáticas no cuadraban a los discípulos, pero la falta de recursos nunca limitó la capacidad de Jesús.
  5. El poder sobre la naturaleza. Cuando un fuerte viento agitó el mar y los discípulos, asustados, intentaban llegar a la orilla, Jesús caminó por el agua y calmó la tormenta (6:16-21).
  6. El poder sobre la desgracia. En Jerusalén, Jesús vio a un hombre ciego de nacimiento. Sin bombos ni platillos, la Luz del mundo dio luz a los ojos de este hombre (9:1-7).
  7. El poder sobre la muerte. Cuando Lázaro murió, la esperanza de sus hermanas murió con él. Sin embargo, Jesús transformó este imposible en la perfecta oportunidad para glorificar a Dios resucitando a Lázaro (11:1-44).

Humanamente hablando, cada uno de estos problemas parecían tan imposibles como pedir a un niño de 3 años que multiplique. Pero para Jesús, la solución era evidente. Jesús entendía que: «Lo que es imposible para los seres humanos es posible para Dios» (Lucas 18:27). Vivía cada día acorde a la oración de Jeremías:

¡Oh Señor Soberano! Hiciste los cielos y la tierra con tu mano fuerte y tu brazo poderoso. ¡Nada es demasiado difícil para ti! (Jeremías 32:17)

¿Por qué no tomamos un momento para orar la oración de Jeremías que habla de nuestros imposibles? Termine la frase: «Oh Señor Soberano, nada es demasiado difícil para ti, ni si quiera _____________» y escriba su imposible. Luego comprométase a rendir ese imposible ante el Señor de hoy en adelante.

Los milagros son sorprendentes, inexplicables y tan poco frecuentes como una perla perfecta. ¡Pero sí ocurren! No podemos predecir cuándo Dios dirá de manera soberana: «ahora» y transformará nuestros imposibles en oportunidades. Lo que sí podemos hacer es creer en Su poder y descansar en Su soberanía.

Permítame que añada un último pensamiento. Jesús, en la gran comisión, nos invitó a cada uno de nosotros a vivir en el terreno de lo humanamente imposible. En Visión Para Vivir crecemos ante los imposibles porque, honestamente, si no intentamos hacer lo imposible, puede que nos perdamos una oportunidad de Dios. Le invitamos a que se una a nosotros haciendo discípulos de todas las naciones tal y como lo ordenó Jesús en Mateo 28:19. Si nunca ha donado al ministerio, hágalo hoy, y seamos testigos de cómo Jesús hace posible lo imposible en este día.

1. Real Academia Española, «imposible».