El Salmo 116, un lamento de dolor y sufrimiento da un giro positivo cuando el compositor decide la forma en que va a reaccionar con respecto a la liberación del Señor.
Vida Cristiana
La reacción
El Salmo 101, el manifiesto espiritual de David hecho canción, comienza con una lista de cualidades admirables que el rey deseaba desarrollar.
En curso
Ahora que David identificó esas cuatro cualidades que debemos desarrollar en su manifiesto espiritual del Salmo 101, él continúa con varias afirmaciones con la intención de mantenerlo en curso a su propósito divino.
Honestidad y pureza
El Salmo 101 presenta cuatro cualidades que un creyente debe tener para poder discernir su propósito divino. La confusión abunda cuando no existen estas cuatro virtudes para aclarar la visión de un individuo.
Honor e integridad
La convicción es lo que hace que la creencia tenga respaldo. David no se sentía satisfecho con un conjunto de verdades teológicas girando en su cabeza; David las había convertido en convicciones concretas
El carácter de Dios
Dios nos ama y nos acepta como somos, sabiendo que no tenemos forma de pagar esa deuda debido a su bondad extraordinaria. Su amor incomparable y Su aceptación se encuentran detrás de cada mandato.
Cultive una relación con Dios
El Salmo 100 es un precepto extendido para adorar al Señor con instrucciones específicas. Los primeros tres mandatos que aparecen en los versículos 1 y 2 están relacionados directamente con la idea de cultivar una actitud de gozo.
Elija el gozo
El Salmo 100 no pierde el tiempo con acciones preliminares. En vez de tratar de convencer al lector a que alabe a Dios por su bondad y por sus muchas bendiciones, el compositor presenta seis acciones imperativas, comenzando con el primer versículo.
Una canción de quietud
El Salmo 63 es una canción de David sobre lo que significa tener un anhelo desesperado por Dios y lo que significa que Dios sea el único que nos satisfaga.
La liberación de Dios
El versículo final del Salmo 54 describe un cambio repentino. Los primeros versículos describen una situación caótica, que hacen que David pida la ayuda de Dios. Cuando llegamos el versículo 7, su desesperación se ha convertido en un triunfo.