Salmo 139:2
Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme;
has entendido desde lejos mis pensamientos.
Salmo 139:2
En una Navidad les compramos a nuestros hijos lo que se llama una «ciudad de hormigas». Era un par de placas de plástico transparente a ambos lados, llena de arena y hormigas. Desde nuestro punto de vista, podíamos ver lo que estas diminutas criaturas atareadas hacían bajo tierra. Veíamos cómo es que cavan túneles de un lado a otro, dejando un laberinto de senderos.
De la misma manera, Dios escudriña nuestras sendas. Desde dónde estamos, haciendo túneles, todo lo que vemos es arena inmediatamente por encima, detrás y a nuestros lados. Pero desde el punto de vista de Dios, Él puede ver exactamente dónde hemos estado y precisamente a dónde vamos. «Él está familiarizado íntimamente con todos mis caminos».
Adaptado del libro, Sabiduría Para el Camino: Palabras Sabias para Personas Ocupadas (Grupo Nelson 2008). Copyright © 2008 por Charles R. Swindoll, Inc. Reservados mundialmente todos los derechos.