Salmo 143:10

Enséñame a hacer tu voluntad,
porque tú eres mi Dios;
tu buen espíritu me
guíe a tierra de rectitud.

Salmo 143:10

Cuando Cristo llega a ser nuestro enfoque central -la razón de nuestra existencia- el contentamiento reemplaza nuestra ansiedad, así como también nuestros temores e inseguridades. Esto no puede evitar impactar a tres de los ladrones de alegría más frecuentes de toda la vida:

  1. Él amplía las dimensiones de nuestras circunstancias. Esto nos da nueva confianza . . .
  2. Él nos libra de la preocupación por otros. Esto causa que nuestro nivel de contentamiento crezca…
  3. Él calma nuestros temores respecto a nosotros mismos y nuestro futuro. Esto provee a diario una ráfaga de esperanza fresca.

Adaptado del libro, Sabiduría Para el Camino: Palabras Sabias para Personas Ocupadas (Grupo Nelson 2008). Copyright © 2008 por Charles R. Swindoll, Inc. Reservados mundialmente todos los derechos.