La verdad de Dios encarnada

El cristianismo se vuelve algo que se absorbe, no solo algo que uno se pone encima. Es más que algo que uno cree; se encarna en nosotros.
Y si hay algo que captará la atención de los preocupados que luchan contra los incendios de lo urgente, es la verdad de Dios encarnada.

Sabiduría en el desierto

Su peregrinaje por las tierras secas puede ser una limitación física crónica que lo tiene confinado. Puede ser ese dolor profundo del alma que viene de un cónyuge infiel, o un adolescente rebelde.

Preste atención a los incentivos de Dios

No hay nada de malo en trazar cuadros, escuchar todos los pros y los contras, y conversarlo. Pero al avanzar, manténgase sensible al incentivo quieto, y sin embargo importante, de Dios por medio de su Espíritu Santo.

Un hermoso equilibrio

Empiece con la vida (y estilo de vida) de Jesucristo. . . La suya fue una vida de hermoso equilibrio. Él realizó todo lo que el Padre le envió a hacer. Todo. Y lo hizo sin ignorar las ocasiones esenciales de ese tiempo libre reposado.

Prioridades para padres

Los hijos anhelan conocerse mejor a sí mismos. Respetan su consejo, y recordarán por mucho tiempo sus comentarios. Sea cándido y sincero al ayudarles a «ver» quiénes son en realidad.

Buscando el éxito

Cada año docenas de libros y revistas, veintena de cintas de audio y vídeo, y centenares de seminarios ofrecen ideas, motivación, técnicas y promesas de prosperidad.
Curiosamente, sin embargo, pocas hablan de lo que la mayoría de las personas quieren (pero rara vez hallan) en su búsqueda del éxito: contentamiento, satisfacción, realización y alivio.

No hay lugar para el orgullo

Aquel que es verdaderamente desprendido es generoso con su tiempo y posesiones, energía y dinero. Conforme eso se expresa, se demuestra de varias maneras, tales como sensibilidad y gentileza, un espíritu sin pretensiones, y liderazgo de corazón servidor.

Deje que Dios haga la exaltación

David no buscaba el éxito; simplemente se humilló bajo la poderosa mano de Dios, estando cerca al señor y sometiéndose a Él. Y Dios exaltó a David al cargo más alto en la tierra . . .

Lloramos y oramos, crecemos y aprendemos

Es mucho mejor que abramos las puertas de nuestros corazones y recibamos las pruebas ordenadas por Dios como invitadas de honor por el bien que hacen en nuestras vidas.