Salmo 9:9

Jehová será refugio del pobre,
Refugio para el tiempo de angustia.

Salmo 9:9

Cuando los filisteos atraparon a David en Gat, él dijo: «En el día que temo, yo en ti confío» (Salmo 56: 3). Cuando huyó de Saúl a una nueva cueva, clamó a Dios: «Porque en ti ha confiado mi alma, y en la sombra de tus alas me ampararé. Hasta que pasen los quebrantos» (Salmo 57: 1).

Hace muchos, muchos años, Félix de Nola estaba escapando de sus enemigos, y él, también, se refugió temporalmente en una cueva. Casi ni había entrado por la boca de la cueva cuando una araña empezó a tejer su tela en la entrada. Con asombrosa velocidad, el insecto completamente selló la boca de la cueva con una intrincada telaraña, dando la apariencia de que nadie había entrado en esa cueva por semanas. Cuando los que perseguían a Félix pasaron por allí, vieron la telaraña, y ni siquiera se molestaron en mirar adentro. Más tarde, cuando el santo fugitivo salió a la luz del sol, pronunció estas aleccionadoras palabras: «En donde está Dios, una telaraña es una muralla; donde Él no está, una muralla es solo una telaraña».

Adaptado del libro, Sabiduría Para el Camino: Palabras Sabias para Personas Ocupadas (Grupo Nelson 2008). Copyright © 2008 por Charles R. Swindoll, Inc. Reservados mundialmente todos los derechos.