Proverbios 1:20-33

Las reprensiones divinas no se limitan a la Escritura. Aun cuando la Escritura es el instrumento principal que Dios utiliza para comunicarse con nosotros, Él utilizará cualquier medio necesario para llamarnos la atención si no vamos en la dirección correcta. En otras ocasiones, las reprensiones vienen de manera verbal por parte de aquellos que se preocupan por nosotros: nuestros padres, amigos, hijos, cónyuges, jefes, vecinos, maestros, entrenadores, etc. Considere las siguientes reprensiones:

  • De los niños: «Papá, te ausentas demasiado» o «Mamá, te has vuelto muy impaciente».
  • De un jefe: «No estás mostrando el mismo entusiasmo que antes tenías» o «Has estado llegando tarde al trabajo últimamente».
  • De los amigos: «¿Te pasa algo? Tienes una actitud muy negativa».
  • De la esposa: «No pareces muy feliz últimamente. Tu tono de voz ha cambiado».

Las reprensiones no son siempre verbales. Algunas veces, las reacciones no verbales a nuestro comportamiento pueden representar un claro «¡Basta!». Las consecuencias de nuestro comportamiento pueden indicar que «uno cosecha lo que siembra». Es más, si ponemos atención, hasta podemos ver nuestro propio carácter reflejado en la forma de actuar de los demás.

Todos nosotros tenemos ciertos aspectos de carácter que necesitan atención. Ignorarlos significa desobediencia y esa decisión puede traer consecuencias devastadoras. Enfrentar nuestra debilidad nos ayuda a aprender y a madurar. Haga una pausa y analice la siguiente lista de rasgos de carácter. Subraye aquellas características que hablan a su conciencia.

Vigilancia Discernimiento Amor Sinceridad
Apreciación Disciplina Lealtad Sumisión
Compasión Eficiencia Objetividad Tacto
Confidencialidad Entusiasmo Paciencia Deseo de aprender
Consistencia Flexibilidad Paz Minuciosidad
Cooperación Gentileza Puntualidad Consideración
Cortesía Honestidad Dominio Propio Tolerancia
Creatividad Humildad Sentido del humor Comprensión
Confianza Iniciativa Sensibilidad Generosidad

Reflexión: Examine los rasgos del carácter que subrayo. Por cada uno de sus rasgos, piense en un ejemplo específico cuando su comportamiento afectó o daño a alguien. Escriba una disculpa a cada persona y dedique tiempo a enmendar esa relación. No lo posponga, (esta es otra reprensión).

Enfrentar nuestra debilidad nos ayuda a aprender y a madurar.

Charles R. Swindoll Tweet esto

Adaptado del libro, Viviendo los Proverbios  (Editorial Mundo Hispano, 2014). Con permiso de la Editorial Mundo Hispano (www.editorialmundohispano.org). Copyright © 2018 por Charles R. Swindoll, Inc. Reservados mundialmente todos los derechos.