Daniel 7:14

Y le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran. Su dominio es un dominio eterno que nunca pasará, y su reino uno que no será destruido. Daniel 7:14

ELEVAMOS NUESTRAS VOCES, Padre nuestro, en gratitud por ser el Supremo Gobernante de nuestras vidas. Te agradecemos por darnos vida en el momento de la concepción, aliento al nacer, y amor en nuestra familia. Para muchos de nosotros, nuestro crecimiento moldeó nuestras convicciones y hábitos; principios que guiaron nuestras vidas y que de otra forma no hubiésemos conocido. Te agradecemos por Tu compasión, por preocuparte por nosotros con ese amor y por Tu comprensión de padre. Estamos agradecidos por Tu ternura, por estar allí para consolarnos en las profundidades de nuestro dolor y por animarnos en las alturas de nuestra celebración.  Te damos honra por el gran poder que nos das. Por iluminarnos con una comprensión de las Escrituras. Por iluminar nuestras mentes para poder comprender. Te damos honra por entregarnos Tu divina verdad diseñada para darnos vida y luz y por liberarnos de las cadenas de la religión y de la vergüenza del legalismo.

Tu mano soberana nos dirige a una vida de misericordia y llena nuestros corazones con música hermosa, añadiendo notas llenas de gracia que nos tocan en momentos en que menos lo esperamos, pero que más lo necesitamos. En el nombre majestuoso de Tu Hijo, nos postramos ante Tu dominio supremo. Amén

Véase también Job 14:5; Salmos 139:16; Daniel 4:34.

ÉL HACE LO QUE LE PLACE
Cuando la amarga noticia de la muerte por ahogamiento de Dawson Trotman, el fundador de Los Navegantes llegó a la orilla del lago Schroon, en Nueva York, azotó el pánico. Los testigos oculares reportaron ansiedad, lágrimas y una profunda incredulidad en el rostro de los que estaban allí. Excepto en una persona, Lila Trotman, la viuda de Dawson. Mientras ella se acercaba al lugar de la escena, alguien gritó: «Oh, Lila, ¡se ha ido! ¡Dawson se ha ido para siempre!» Ella entonces respondió con tranquilidad las palabras del Salmo 115:3: «Nuestro Dios está en los cielos; Él hace lo que le place». La angustia que normalmente consumía y paralizaba a los demás no invadió el corazón de esa mujer. Más bien, ella se apoyó en su Dios soberano, que una vez más, había hecho lo que Él quería.

¿Le parece extraño? ¿Le parece inusual que me refiera a una muerte trágica como el placer de Dios? Piense en esto honestamente, ¿usted cree que el control de Dios sobre nosotros es parcial o total? Permitamos que Su Palabra nos hable acerca de este tema tan profundo:

  • «Tus ojos vieron mi embrión, y en tu libro se escribieron todos los días que me fueron dados, cuando no existía ni uno solo de ellos». (Salmos 139:16)
  • «¡Ay del que contiende con su Hacedor, el tiesto entre los tiestos de tierra! ¿Dirá el barro al alfarero: ‘Qué haces’? ¿O tu obra dirá: ‘Él no tiene manos’»?. (Isaías 45:9)

A mí me parecen palabras muy convincentes. Y estos son solo dos versículos de muchos que hay en la Palabra de Dios. Nuestra Biblia literalmente está llena de versículos que hablan de este mismo tema.

Lila Trotman llevaba las marcas de la madurez espiritual y de la fe mientras enfrentaba los caminos de Dios que eran inescrutables (Romanos 11:33).

Adaptado del libro, Responde a Mi Clamor: Aprenda a comunicarse con un Dios que se preocupa por usted (Worthy Latino, 2014). Copyright © 2014 por Charles R. Swindoll, Inc. Reservados mundialmente todos los derechos.