Eclesiastés 8:17
También vi todas las cosas que hace Dios y vi
que a los seres humanos no le es posible entender
todo el trabajo que Dios hace en la tierra.
Eclesiastés 8:17
Hay numerosos acertijos en la vida que permanecen envueltos en misterio y escudados dentro de un enigma. El mar, por ejemplo, es un fenómeno inexplicable . . . Hay enfermedades que todavía son un misterio . . . y sin embargo parece que no tenemos mayor problema para ir por la vida con docenas de acertijos todavía sin contestar, cientos de misterios todavía sin resolver . . .
Pero cuando Dios nos deja con un misterio que no se resuelve en una semana o dos, la mayoría de nosotros atravesamos luchas desesperadas para creer que Él es bueno y justo. Quiero decir, después de todo, si vamos a confiar en un Dios bueno, Él debería hacer solo cosas buenas, ¿verdad? ¡No es justo hacer cosas misteriosas! . . .
Y sin embargo la Palabra de Dios, como la voluntad de Dios, está llena de misterios. ¿Por qué deberíamos sorprendernos, entonces, cuando Dios interviene y hace cosas misteriosas? ¿Por qué deberíamos preguntarnos si Él es bueno; o preguntarnos si queremos seguir creyendo? ¿Desde cuándo todo debe tener una explicación fácil y lógica?
Adaptado del libro, Sabiduría Para el Camino: Palabras Sabias para Personas Ocupadas (Grupo Nelson 2008). Copyright © 2008 por Charles R. Swindoll, Inc. Reservados mundialmente todos los derechos.