Salmo 73:28

Pero en cuanto a mí, el acercarme a Dios es el bien;
He puesto en Jehová el Señor mi esperanza.
Salmo 73:28

La adversidad pone a prueba nuestra fe.

Sin que importe su fuente o intensidad, hay algo en el sufrimiento que simplifica la vida y nos lleva de regreso a lo básico. Invariablemente, en especial durante un tiempo de prueba intensa, . . . yo regreso a lo que creo en realidad. Vuelvo a las cosas elementales tales como la oración y la dependencia, como quedarme quieto y esperar en Dios. Me recuerdo a mí mismo: Dios es soberano . . . esto no es accidente. Él tiene un plan y un propósito. Esos pensamientos nos dan esperanza más allá de nuestras pruebas.

Las adversidades ponen nuestra fe a prueba, así como también agranda nuestra confianza en Dios. Nos obligan a regresar al lecho de roca de la fe sobre el cual descansa nuestro cimiento, y esto se convierte en un proceso refinador y necesario.

Adaptado del libro, Sabiduría Para el Camino: Palabras Sabias para Personas Ocupadas (Grupo Nelson 2008). Copyright © 2008 por Charles R. Swindoll, Inc. Reservados mundialmente todos los derechos.