Salmos 101

Ahora que David identificó esas cuatro cualidades que debemos desarrollar en su manifiesto espiritual del Salmo 101, él continúa con varias afirmaciones con la intención de mantenerlo en curso a su propósito divino. David no se está viendo ahora internamente, él está viendo a su alrededor. David considera el pueblo de su reino y menciona su respuesta predeterminada a siete tipos de personas.

El difamador

Al que solapadamente difama a su prójimo, a ese yo lo silenciaré (v. 5a).

El término, «silenciaré» viene de una palabra hebrea que significa «acabar con alguien o con algo». David no va a permitir que una persona difamadora siga su campaña secreta en contra de otra persona. David no va a tolerar la calumnia. Las personas que se encuentran en posiciones de autoridad deben tener una política fuerte para tratar severamente con aquellos que intentan subir de posición destruyendo a otra persona en el proceso.

El altanero

No soportaré al de ojos altaneros y de corazón arrogante (v. 5b).

David rehúsa convivir con una persona arrogante. Note que la arrogancia se revela en el rostro: «ojos altaneros» pero su origen viene de un «corazón arrogante». Proverbios 21:4 también vincula el corazón arrogante con una apariencia altanera. Existe un problema práctico que se asocia con las personas arrogantes y es un derivado del egoísmo. Me refiero a una actitud beligerante. Una persona arrogante es una persona que siempre está discutiendo en toda situación. La arrogancia siempre quiere salirse con la suya. Escuche una vez más al sabio Salomón: «Ciertamente la soberbia producirá contienda, pero con los que admiten consejo está la sabiduría» (Proverbios 13: 10).

El fiel

Mis ojos pondré en los fieles de la tierra para que habiten conmigo (v. 6a).

Durante mi tiempo de estudio en la Escritura he llegado a descubrir un aspecto interesante. El libro de Proverbios, en dos ocasiones, se hace la misma pregunta. Una vez con respecto a los hombres y la otra con respecto a las mujeres. La pregunta es: «¿quién hallará. . .?»  Esa pregunta sugiere que algo es muy difícil de encontrar.

Proverbios 20:6 dice: «un hombre fiel, ¿quién lo hallará?» Proverbios 31:10 dice: «Mujer virtuosa, ¿quién la hallará?»

Las dos preguntas implican que es difícil encontrar fidelidad en los hombres y fortaleza de carácter en las mujeres (eso es lo que significa ser una mujer virtuosa).

David no podía soportar a una persona arrogante, pero deseaba habitar con las personas fieles. Él había descubierto que un individuo fiel, no siempre estaba de acuerdo con el líder, pero apoyaría su visión y su agenda. Si no hay personas fieles que cumplan sus funciones, el liderazgo no puede tener éxito.

Afirmando el alma
Pablo nos advierte: «No se dejen engañar: ‘Las malas compañías corrompen las buenas costumbres’» (1 Corintios 15:33). En una hoja de papel, escriba su nombre en el centro y luego escriba los nombres de las personas con las que usted pasa la mayoría de su tiempo. Al lado de cada nombre, describa su cualidad, ya sea positiva o negativa. ¿Se está rodeando de influencias que le impulsan a ser una persona mejor?

Adaptado del libro, Viviendo los Salmos (El Paso: Editorial Mundo Hispano, 2013). Con permiso de la Editorial Mundo Hispano (www.editorialmh.org). Copyright © 2019 por Charles R. Swindoll, Inc. Reservados mundialmente todos los derechos.