1 Reyes 18: 22—40
Dios escuchó la oración de Elías. Esto no solo trajo el fuego, sino algo mucho más importante, ayudó a que los corazones del pueblo se volvieran a Dios. También el país se libró de los profetas de Baal.
Elías les dijo después: «¡Prended a los profetas de Baal! ¡Que no escape ninguno de ellos! Los prendieron, y Elías los hizo descender al arroyo de Quisón, y allí los degolló» (1 Reyes 18:40).
Algunos leen este último versículo, y dicen: «¿Qué respuesta tan extrema!» ¿Lo es? ¿qué pensaría usted de un médico que le descubre una masa cancerosa que está creciendo rápidamente en su abdomen, y le dice: «Creo que lo mejor será quitar algunas de estas células». O: «Me gustaría hacer solamente una operación menor»? No. Un buen médico vería esa masa letal y diría: «Tenemos que sacar todas estas células de allí, junto con cualquier parte que pudiera estar contaminada». Eso no es ser extremo. Eso es esencial. Eso es sabio.
Los profetas de Baal eran un maligno tumor inmoral, hostil y opuesto a Dios en la tierra de Israel. Elías sabía que tenía que extirpar toda evidencia de esa amenaza impía.
Nada nos produce más incertidumbre ni inseguridad que no estar seguros de que estamos en la voluntad del Dios. Y nada es más alentador que estar seguros de que lo estamos. Entonces, no importa cuáles sean las circunstancias. No importa lo que suceda, podemos mantenernos firmes.
Podemos estar sin un empleo, pero sabemos que estamos en la voluntad de Dios. Podemos enfrentar una situación amenazante, pero sabemos que estamos en la voluntad de Dios. Podemos tener todas las circunstancias en contra nuestra, pero sabemos que estamos en la voluntad de Dios. Nada intimida a los que saben que lo que creen está basado en lo que Dios ha dicho. La ecuación nunca es 850 contra uno. Es 850 contra uno, más Dios.
Cuando sabemos que estamos en la voluntad de Dios somos invencibles.
Elías no se sintió intimidado en ningún momento. En este pasaje, habla siete veces y cada vez que lo hace está mandando. Sí, todas las veces. No cambió de posición, no tartamudeó, no insinuó; dio una orden. No estuvo a la defensiva; estuvo en la ofensiva. Sabía dónde estaba parado. ¿Sabe cuál es la palabra para describir eso? Invencible.
Adaptado del libro, Buenos Días con Buenos Amigos (El Paso: Editorial Mundo Hispano, 2007). Con permiso de la Editorial Mundo Hispano (www.editorialmh.org). Copyright © 2019 por Charles R. Swindoll, Inc. Reservados mundialmente todos los derechos.