Romanos 6:6
Nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con
él, para que el cuerpo del pecado sea destruido.
Romanos 6:6
Recuerdo una tarde tan calurosa y húmeda en Houston, cuando estaba en la primaria, cuando nuestra maestra nos dio a todos permiso para andar descalzos después del almuerzo. Nos quitamos los calcetines, los metimos en los zapatos, y movimos los dedos de los pies todo lo que quisimos. Durante el receso de la tarde esa libertad adicional añadió gran velocidad a nuestro juego de béisbol en el patio . . .
¿No es extraño entonces, ahora que usted y yo hemos crecido y nos hemos convertido en creyentes, cuán renuentes somos de darnos permiso para hacer . . . o pensar . . . o decir . . . o comprar y disfrutar . . . o ser diferentes y no preocuparnos por lo que otros digan?
Aunque nuestro Dios en su gracia nos ha concedido permiso para ser libres, para tener libertad . . . y disfrutar así de esta vida, muchos en su familia rara vez se dan a sí mismos permiso.
Adaptado del libro, Sabiduría Para el Camino: Palabras Sabias para Personas Ocupadas (Grupo Nelson 2008). Copyright © 2008 por Charles R. Swindoll, Inc. Reservados mundialmente todos los derechos.