Dónde dice en la Biblia que solo en los días festivos se debe dar regalos? ¿Qué importa si no es en la temporada de Navidad? ¿Qué importa si el día del padre, de la madre o el cumpleaños de un amigo no aparecen en nuestros calendarios? Nunca es tarde para dar regalos.
Permítame darle algunas ideas. Aquí hay treinta y dos sugerencias. Usted elija:
Enmiende un pleito. Busque a un amigo que ha olvidado. Deshágase de la sospecha. Escriba una nota de amor que no ha hecho por mucho tiempo. Abracé a alguien fuertemente y dígale al oído: «te quiero». Perdone a un enemigo. Sea manso y paciente con una persona airada. Exprese su reconocimiento. Alegre el corazón de un niño.
Busque el tiempo para cumplir una promesa. Cocine algo para alguien de manera anónima. Deshágase de un rencor. Escuche. Converse amablemente con un extraño. Participe en el dolor de otra persona. Sonría. Ríase. Ríase a carcajadas. Salga a caminar con un amigo. Agáchese y acaricie un perro. Léale un poema a su cónyuge o a un amigo. Disminuya sus demandas hacia otros. Escuche una buena música durante la cena. Discúlpese si estaba equivocado. Hable con alguien con el televisor y el celular apagados. Invite a alguien a comer un helado (o un yogur, si eso le gusta más). Lave los platos de la familia. Ore por alguien que le apoyó cuando usted estaba sufriendo. Haga el desayuno un sábado en la mañana. De una respuesta amable aun cuando usted se sienta molesto. Anime a una persona mayor. Dígale a una persona con la que trabaja algo que usted aprecia mucho de ella. Ofrézcase a cuidar los hijos de una madre agotada. Dele un descanso a su maestro, y sea cooperador en la clase.
Hagamos que esta época se convierta en un gran y extendido regalo de nosotros a los demás. Sin egoísmo. Sin anunciarlo. Sin obligación. Sin reservas. Sin hipocresía. Eso es el cristianismo, ¿no es así?