Efesios 2:14

Porque Él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo
uno, derribando la pared intermedia de separación.
Efesios 2:14

Todas las murallas caen . . . a la larga. Sin que importe cuán bien construida esté o cuánto tiempo haya tomado, la pared caerá. Puede ser tan intimidante como un gigante furioso o tan silenciosa como el aire claro e igual de invisible, como la voluntad terca de una persona o el espíritu amargado de un individuo. Pero todas las paredes finalmente caen.

Cualquiera que conoce, aunque sea un poco de historia sabe que esto es verdad. Hasta hoy, los asadores de los arqueólogos continúan desenterrando las murallas caídas de los grandes imperios del mundo. Muros egipcios. Murallas griegas. Muros romanos. Muros franceses, murallas alemanas, murallas rusas . . .

Todas las murallas finalmente caen. Incluso las nuestras. Incluso las que se levantan contra nosotros. En el análisis final, ¡Cristo vence! . . . No hay muralla tan grande para la que Él no sea incluso más grande.

Adaptado del libro, Sabiduría Para el Camino: Palabras Sabias para Personas Ocupadas (Grupo Nelson 2008). Copyright © 2008 por Charles R. Swindoll, Inc. Reservados mundialmente todos los derechos.