Salmos 119

Este largo poema del salmista acerca de la Palabra de Dios tiene la clave que nos puede ayudar a recuperar el entusiasmo nuevamente. El Salmo 119 nos ayuda a identificar cosas que nos arrastran y de esta forma, podemos tratar con ellas con la sabiduría que viene de lo alto. Después de todo, la falta de entusiasmo no es un problema emocional; es un problema espiritual que no se puede corregir con un simple discurso inspirador o una experiencia agradable.

Muchas personas bien intencionadas buscan lo que yo llamo una «adrenalina espiritual», que en realidad no es más que una distracción emocional del dolor que sufren sus vidas monótonas. Como resultado, usted puede ver personas que manejan grandes distancias para asistir a reuniones y experimentar alguna clase de deleite que los regrese a su hogar en la cima del éxtasis. No obstante, inevitablemente esto los lleva después a abismos emocionales aún más profundos.

Si nos referimos al ser espiritual en términos de alimentación, el problema es que con frecuencia no nos estamos nutriendo correctamente. La Palabra de Dios, su verdad escrita, le da al cristiano todos los nutrientes y por ende un verdadero entusiasmo que el creyente puede absorber. La Palabra de Dios, junto con el poder motivador del Espíritu Santo que vive en nosotros puede transformar literalmente una vida. Pero los efectos no son instantáneos. Nadie puede revertir los efectos de una mala nutrición física con solo una comida.

Los creyentes necesitamos regresar a los fundamentos. Si hay algo que el Salmo 119 expresa es que debemos estar dispuestos a consumir una dieta constante de la verdad de la Biblia y digerir sus principios. Estudie la Palabra de Dios cuidadosamente. Ore acerca de ella. Léala. Escudríñela. Memorice versículos. Medite en ella. Permita que ella sature su pensamiento. Utilícela cuando llegan los problemas. Filtre sus decisiones por medio de ella. No permita que pasen días sin pasar tiempo a solas con Dios, escuchando la voz silenciosa de su Palabra elocuente.

Todos los demás intentos para crecer espiritualmente solo le llevarían a la frustración. Lo sé porque los he probado. Cuando sigo los métodos humanos mi entusiasmo decae, pero cuando me concentro en la Palabra de Dios mi entusiasmo aumenta. No hay nada mejor que nos permita vivir por encima del afán del poco entusiasmo que aplicar diariamente la Palabra de Dios a nuestras situaciones. Se lo aseguro. Nada más.

Observe un ejemplo. Vaya al Salmo 119:97-100. Quiero reforzar lo que acabo de mencionar considerando las palabras del compositor acerca de los beneficios de obtener sabiduría por medio de la Escritura.

¡Cuánto amo tu ley! Todo el día ella es mi meditación. Por tus mandamientos me has hecho más sabio que mis enemigos, porque para siempre son míos. He comprendido más que todos mis instructores porque tus testimonios son mi meditación. He entendido más que los ancianos porque he guardado tus ordenanzas.

Hace un tiempo encontré algo que escribió Daniel Webster y que ilustra lo que el compositor está diciendo en el versículo 97. En presencia del profesor Sanborn de la Universidad Dartmouth, Webster tomó en su mano una Biblia y dijo: «Este es el libro. He leído la Biblia muchas veces. Tengo por práctica leerla completa una vez al año. Es un libro que todas las personas deben leer; y me da lástima aquel hombre que no encuentra en ella un rico suplemento de pensamiento y de reglas de conducta. Al ser humano le sirve durante toda su vida y le prepara para la muerte».

Afirmando el alma: Utilice una concordancia o un índice temático de la Biblia para buscar pasajes de la Escritura que se relacionan con los asuntos que usted mencionó anteriormente. Si usted conoce un pastor o alguien familiarizado con la Biblia, pídale que le ayude a encontrar respuestas a esas cargas espirituales que le están arrastrando. Descubra los principios eternos enseñados en la Escritura y póngalos en práctica.

No hay nada mejor que nos permita vivir por encima del afán del poco entusiasmo que aplicar diariamente la Palabra de Dios a nuestras situaciones

Charles R. Swindoll Tweet esto

Adaptado del libro, Viviendo los Salmos (El Paso: Editorial Mundo Hispano, 2013). Con permiso de la Editorial Mundo Hispano (www.editorialmh.org). Copyright © 2019 por Charles R. Swindoll, Inc. Reservados mundialmente todos los derechos.